Me asusté mucho cuando comenzó a caerme el
pelo. Me
caía a mechones y en algunas partes de mi cabeza ya se
empezaban a notar incipientes calvas. Fui al médico y una vez
me examinó, me hizo una pregunta estúpida.
-¿Usted tiene muchos gases?
Me quedé mirándole como una idiota. Nunca
había reparado en ello, pero la verdad es que no notaba yo
molestias en tal sentido, así que le dije que no.
-Ese es el problema, que se le acumulan los
gases en el cerebro y de ahí la pasan al cuero cabelludo. Le
voy a dar un jarabe que le ayudará a tirarse pedos.
Vuelvo
a tener una hermosa cabellera, pero cuidado con todo aquel que
se ponga a mi lado.
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