Como buen gourmet me gusta todo lo exclusivo que ofrece la gastronomía y, cuando encuentro ostras frescas, cuesten lo que cuesten, las compro... no me puedo resistir. Ayer mismo ¡estaban carísimas! …y para colmo una tenía una gran perla negra en su interior. ¡Indignante! El pescadero se rió de mi cuando fui a pedirle una hoja de reclamaciones… ¡Será zote! Los consumidores tenemos nuestros derechos.
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