Para volver a meterse en el ataúd tuvieron que perseguirlo por todo el cementerio. Dieron cinco vueltas al recinto, Los trabajadores de la funeraria, bajos de forma, se fueron quedando muy atrás y en una curva les adelantó en un sprint final, despareciendo por detrás de un nicho. Recibió una mención especial, con opción a nuevo enterramiento, en la sección de necrológicas express del periódico local.
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