Entre el tanatorio y la oficina de objetos perdidos se quedó mi alma, vagando afligida, dando vueltas, buscando la tuya, hecha añicos por un camión sin frenos. En casa ahora queda un hueco tan grande, que la pena aumenta. Tanto, que las paredes están desapareciendo.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.