Cuánto
me echaba de menos, cuánto me había querido, que solo había estado
en aquellos países lejanos, cuánto se arrepentía de no haber
vuelto aquel año a casa por Navidad. Pero todo se le había
complicado tanto…
Sus amargas lágrimas mojaban el terreno bajo el que yo reposaba, tiñendo de negro lo que quedaba de mi mortaja.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.