Relato inspirado en frase de Memorias de Africa, Karen Blixen ( Isak Dinesen): Yo tenía una granja en Africa, al pie de las colinas de Ngong.(…) Durante el día te sentías a una gran altitud, cerca del sol, las primeras horas de la mañana y las tardes eran límpidas y sosegadas, y las noches frías.
MAS ALLA DE LA MENTIRA
Tengo una casa en Orbaneja al lado de la fantasía y la belleza. En los amaneceres junto al río, el sol se cuela disipando la niebla que asciende desde sus aguas atrevida y cierta. Y entonces, en esas horas de explosión de luz y brillo, observo desde mi balcón la presencia majestuosa de las montañas rocosas esculpidas en figuras sinuosas y firmes para que mi imaginación y la tuya jueguen a adivinar su mensaje. Tal vez nos cuentan historias pasadas desde el silencio de su lenguaje. Y los buitres que en ellas han anidado me obsequian con la maestría de su vuelo en un baile rítmico y osado. Si dios existe dios es allí. La brisa tenue y perfumada se basta y se sobra en la mañana para llenar suavemente el aire que respiro con el bravor sonoro de la cascada que bate el agua en blanca espuma, desafío a la pureza. Es mi paraíso el lugar de los sueños, el continente de la aventura y la libertad. Allí te conocí un instante apenas. Una noche cogidos de la mano contemplamos la bóveda celeste sin cielo, tan solo de estrellas. Y una luna picara y brillante nos hizo guiños pasajeros que se reflejaban en mis ojos prendidos en los tuyos. Prometiste volver de la llamada de la gran ciudad y me has mentido. Hoy te sostienen las luces de neón, torres y rascacielos, ruidos de motores, de ambulancias, sirenas de policías, aires resecos y sucios. Hoy huérfano del resplandor de la luna para vernos.
Yo sigo aquí, en el milagro del pueblo. Tan solo te añoro a ti y te guardo en el recuerdo. Camino dichosa y feliz agradeciendo la autenticidad de la vida más allá del asfalto, más allá de la mentira.
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