Voces - Esperanza Tirado



Los siguientes serían los niños, sus huesos blanditos no molestarían mas a sus potentes mandíbulas, y al primer mordisco los llantos y peticiones de auxilio cesarían. Un buen postre, digno del mejor creador de patisserie.

Leyó las últimas líneas escritas y decidió quemar el manuscrito en la chimenea. Su cabeza funcionaba a su manera, por muchos ingresos psiquiátricos que acumulara, el horror y la crueldad formaban parte intrínseca de su historia. Esta vez escuchó a las voces con más atención.