Sin hacerme ni un poquito de caso, es que ni me miró. O sea, no lo entiendo, tía. Si hace tres días me whatsappeó diciéndome que le putoencantaba. Que hasta me puso corazones rosas. ¡Rosas, tía! y ahora es como si me hiciera un bifeo así en plan random. No quiero sonar muy hater, pero creo que lo cancelo, tía. Es un fail en toda regla. Y yo que pensaba que era mi match perfecto.
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