En este blog encontrarás los relatos escritos por los participantes del taller de escritura "Entre Lecturas y Café", así como la información de las actividades del club de lectura del mismo nombre.
Autoestima - Dori Terán
Los nervios eran siempre una amenaza, podrían destrozar literalmente todo el esfuerzo que había puesto en el aprendizaje y en los ensayos sucesivos. La fecha del concierto se aproximaba y la desazón de su ánimo iba en aumento. Desde que su memoria recordaba, desde su más tierna infancia, había sido, era, un hombre inseguro de poca fe en sí mismo. La duda en todos los movimientos de la vida le asaltaban siempre sin pedir permiso a sus potencialidades y sus aptitudes. Tal vez todo emanaba del trato avasallador de su padre repitiéndole mientras vivió, con sorna y desprecio-“No vales para nada, no haces una cosa bien…” En el último ensayo se había fijado con atención e interés en la armadura que decoraba un hueco del escenario.-“Creo que saldré corriendo y me meteré en ella…tal vez el público ni se percate de mi desaparición o incluso se alegrarán de no oír más las notas discordes del piano…” Y entre aporreo y aporreo a las teclas, seguía mirando aquella coraza metálica y pensando el modo de abrirla si fuera preciso esconderse en ella, preguntándose si se podría respirar dentro, temiendo se tambalease al entrar él y otras preocupaciones respecto al uso de esta. La noche anterior a la actuación cree que soñó con el armatoste blindado aunque no sabe a ciencia cierta si fue un sueño o un viaje astral en el que se encontró cara a cara y de la mano aquella estructura metálica y una nube grisácea y sin forma que dijo llamarse timidez. Y ambas hablaron a la vez:-“Toma mi firmeza”-dijo la armadura. “Evapora mi nebulosa pusilánime”-aconsejó la grisácea. Y con un movimiento rítmico y oscilante desaparecieron a la vez y un aura azulada se filtró en haces de luz por su mente liberándola de miedos e indecisiones. Ha llegado el día y está sentado frente al piano. Erguido, elegante, sereno. Y mira a la armadura y sonríe al rostro que difuminado se adivina en ella, es la cara de su padre con lágrimas en los ojos y un gesto que suplica perdón. Ahora sabe que el concierto será un éxito.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario