Oro negro - Cristina Muñiz Martín






El accidente nuclear hizo volver los ojos a la mina. Ella, abrió su boca negra y sucia para tragar una generación nueva que, pese a sus títulos y masters, se apuntó en masa para sacar de las entrañas de la tierra el oro negro que pagaría la hipoteca firmada hasta la edad de la jubilación. Y los pueblos apagados volvieron a llenarse de vida, de billetes, de las risas de los niños. El pago podía ser alto, y lo sabían, pero también sabían que la lotería solo toca a unos pocos. Y, al fin y al cabo, un futuro seguro, en los tiempos que corrían, bien valía ese precio.


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1 comentario:

  1. Real como la vida misma. Y muy triste que sea tan real.

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