Lo bueno, si breve, dos veces bueno - Pilar Murillo







Hay días que a pesar de la negatividad que podamos tener se instala en nosotros una pizca de positividad, son esos momentos en los que a pesar del mal humor esforzamos una sonrisa. ¿Quién no se ha despertado alguna vez con la alarma del despertador y lo ha apagado diciendo un “Que te den”? O simplemente ha mirado por la ventana y está lloviendo cuando se tenía planeado ir de excursión, entonces ha mirado al cielo y ha soltado “Que te den”. Porque a pesar del mal tiempo uno se pone el impermeable y sale a pasear bajo la lluvia, que también tiene cosas buenas y es necesaria.

Cuando hay acontecimientos adversos y puedes decir a un profesor que te ha suspendido a pesar de tus esfuerzos, “que te den”. A un político que nos está arruinando el país se le dice “que te den”, aun marido que te oprime y no sabe amar, te separas y le dices “que te den”, a los jueces que favorecen a los que más poder tienen, a la policía que pega sin mirar, a un ladrón que te quita el pan, a la presidenta de Alemania y de Europa, a los terroristas, a Donald Trump, a los racistas, homófobos, a todas las injusticias humanas es un gran “que te den”.

Este escrito se acaba con una moraleja: mejor dar a que te den, porque si lo que recibes no te gusta ya no hay vuelta a tras; y para terminar, si lo leído no te entusiasma.... entonces, QUE TE DEN.
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