En
mi pueblo todos los veranos se celebra la fiesta del melocotón.
Ya os podéis imaginar, allí la gente va a pasarlo bien y a comer
melocotones por un tubo. Mucha música y mucha juerga. Pero los
organizadores querían atraer a más público y organizaron la
elección de la reina del melocotón. Para allá fui yo, con mi
vestido
rojo como de princesa de cuento, mis zapatos de tacón kilométrico y
mi peinado y maquillaje impecables. Éramos veinte chicas, todas
vestidas con bikinis y demás trajes de baño cada cual más
raquítico, menos yo. Quise que me tragara la tierra. No me leí las
bases del concurso. Fui la reina de la fiesta sí, pero de lo que
todos se rieron de mí por mi indumentaria
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario