El mechero - Pilar Murillo


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Llevo dos semanas sin fumar, aunque aún llevo conmigo el mechero. Tengo que ocupar la mente para pasar el mono.
Ir de compras me entretiene mucho y como estamos en época de rebajas puede echarse bastante tiempo buscando alguna prenda que nos guste y que nos quede bien. No me lo pensé dos veces pues la abstinencia y algunas personas que se cruzaron en mi camino me habían puesto al borde de un ataque de nervios. Así que ésta mañana al llegar a Asturias, fui a visitar unos grandes almacenes donde me probé unos cuantos vestidos. Por fin di con el que me gustó. salí del probador con él en la mano. De pronto vi que de uno de los costados sobresalía un hilo. A falta de tijeras bueno es un mechero, y tengo muy buen pulso, pero en el instante que voy a deshacerme del molesto hilo... Una mujer fuera de sí y loca por el síndrome de las rebajas, pasa a mi lado y ¡zas!, me empuja, dando mi mano con el mechero encendido en pleno centro del vestido de la señora. ¡Es increible!, ¿Ustedes tienen idea del material que utilizan hoy en día para confeccionar los tejidos nuevos? No sé, pero deben fabricarse con algo muy inflamable porque en menos de un segundo tenía una bola de fuego humana ante mí. En el pasado ya había visto algo similar y no estaba dispuesta a volver a ver a alguien quemarse. Mis reflejos hicieron que tirase mi prenda sobre la señora. Vino más gente pensando que nos estábamos peleando. Al ver las llamas la tiraron contra el suelo para apagar el fuego y mientras la atendían a ella, se olvidaron de mi. Aproveché para salir a gatas rápidamente, bajo el humo, al mismo tiempo que cogía un vestido nuevo debajo del brazo, misma talla y mismo color. Es el mejor vestido de la tienda y me queda como un guante. Es precioso, ¿verdad? Es lo que sobrevivió al desgraciado accidente. Se quemó toda la tienda. Esta tarde analizando todo lo sucedido, me di cuenta de algunas cosas.
Dejé de fumar voluntariamente obligada. Fumar crea adicción, mata lentamente y es perjudicial para las personas de tu alrededor, pero el uso del mechero te complica la existencia, es un arma muy potente, puede matar rápidamente a las personas que tienes a tu alrededor. He llegado a la conclusión de que si no hubiesen descubierto el fuego, no habrían inventado el mechero y no habría ningún fumador; probablemente sólo existirían los mascadores de tabaco, pero con eso no se molesta a nadie, bueno, la dentadura de un mascador de tabaco no debe ser muy agradable de ver.
¿A qué huele? ¿No huelen a humo? Yo con su permiso, me voy a la terapia a ver si por fin dejo mi adicción al mechero. Buenas tardes.









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