Las promesas
parecen globos de colores, preciosas y brillantes. Pero se van con el
viento o explotan de pronto y se quedan en un trozo de plástico
inservible,
Qué caro cuesta
arrancarte una sonrisa, una caricia,...
Dame la mano, no
es tan difícil. Tan solo respira, mira de frente, siente el Sol,
escucha a tus hijos reír.
Estás cansado,
pero la vida es eso. Nadie nos lo dijo. Llega de repente y te asusta.
Nos asusta.
Y mañana está
demasiado lejos.
Para cuando
llegue mañana las risas de tus hijos ya no se escucharán, ni el eco
te llegará. Mañana llegará y quizás ya no estés aquí.
Y será demasiado
tarde. Y tú estarás muy lejos. No serás ni un eco.
Ni tus hijos
podrán alcanzarte.
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