Piluca
regresaba triste de la escuela, el más tonto del cole le había
tirado la cartera
a un charco y todos sus cuadernos estaban mojados, así como su
estuche de pinturas. Tan rápidamente regresó a casa para recibir
el consuelo de su madre, que al abrir la puerta se encontró echado
el
pestillo,
no pudiendo entrar. Recordó que era jueves y ese día solía
visitarla Don Tomás, teniendo prohibida la entrada.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario