De la serie "Relatos para una cuarentena"
La cafetería era un hervidero
de gente aquel martes de junio. Los alumnos del último curso de
enseñanza reglada obligatoria tenían el último examen. Después,
unos meses más tarde, vendría la prueba definitiva que les
dirigiría de manera directa y sin posibilidad de cambio a los
estudios que deberían realizar para formarse como profesionales. La
Historia, en contra de lo que pudiera parecer, era una de las
asignaturas más importantes y más demandadas por el alumnado, desde
la época en que la humanidad por fin comprendió que los
acontecimientos pasados son la mejor manera de predecir y evitar los
errores futuros. Ocurrió con la gran pandemia del 2020. Desde
entonces el mundo no volvió a ser el mismo.
Marga, la profesora, entró en
la cafetería pasando por debajo del arco desinfectante y se dirigió
a la barra. Durante el escaso trayecto escuchó al azar
conversaciones de los alumnos que elucubraban sobre las preguntas del
examen.
-Mi abuela cuenta que la
gente protestaba diciendo “yo quiero mi test” - contaba una
alumna – si supieran el control que hay ahora.... – y reía como
si aquello fuera lo más normal del mundo.
Era evidente que elucubraban
sobre las preguntas del examen. No les iba a defraudar.Marga se sentó
a la barra, después de que la máquina ionizante la hubiera dejado
impoluta, se tomó su café en el vaso biodegradable de un solo uso
que se deshacía por sí solo en poco minutos y después de mirar
el reloj salió con prisa hacia el aula. Todavía estaba vacía. Se
sentó un rato, los alumnos llegarían más o menos en diez minutos.
Mientras esperaba se esforzó por rememorar aquella época. Ella solo
tenía diez años y los recuerdos que le habían quedado eran vagos e
imprecisos. La vida era feliz y se llevaba con despreocupación, la
gente se movía por el mundo al azar, se saludaban con efusividad y
los besos y los abrazos eran el pan nuestro de cada día. Era un
mundo cálido, ligero. Pero de pronto apareció el bicho y todo
cambió, todo empezó a ser como ahora, todo calculado, rígido,
frío... y a las nuevas generaciones le parecía normal, a mucha
gente le parecía normal.... A ella también, salvo por esos precisos
momentos que salpicaban su mente de una melancolía inexplicable.
Los alumnos comenzaron a
llegar. Pasaban por el arco desinfectante y una pantalla mostraba
los datos de sus constantes vitales, su temperatura, y si en su
cuerpo estaba anidando cualquier virus o bacteria. Después de metían
en su cubículo aislado, uno para cada uno. Cuando todos estuvieron
acomodados Marga tecleó en su ordenador de última generación y en
la pantalla que presidía las mesas de sus alumnos surgió la primera
pregunta del examen: “Consecuencias sociales y económicas de la
gran pandemia del año 2020”. Y mientras jugueteaba con la piedra
azul de su anillo, pensaba que la respuesta era muy simple. Habían
cambiado un mundo feliz, por un mundo seguro, lo que no comprendería
jamás, era si había merecido la pena.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario