Estamos en casa - Marga Pérez





Hoy sorpresivamente tenemos un día bastante fresco. No era lo que esperaba cuando decidimos el sur para nuestras vacaciones pero, viendo las temperaturas tan extremas de otras provincias, me alegro de estar aquí, con la rebequita por los hombros al caer el sol y el atlántico más cálido que en otras ocasiones.
Escribo sobre la yerba de la terraza, en la tumbona, en pantalón corto y descalza a la sombra de la pérgola. Estoy empapada en efluvios aromáticos de yerbas que nunca acabo de distinguir y que cada verano me sorprenden como si nunca antes las hubiese olido, como si se tratase del primero… Quince van ya ¡qué barbaridad! Parece que fue ayer cuando compramos esta casita tan blanca, tan pegada al mar, tan metida entre pinos. Para mí fue una locura embarcarnos en esta compra, pero, Paco estaba tan ilusionado que accedí, con eso perdí muchas horas de sueño que se compensaron con todo lo que gané… Norte sur, dos polos de una misma realidad, la nuestra. Dos mundos unidos por el mismo sol y el mismo mar, pero qué distintos… Aquí no tenemos tele, ni corremos de un lado para otro, ni miramos el reloj… Yo no sé ni dónde lo tengo. Es salir del tiempo para entrar en el tcha tcha tcha de las urracas, el chip chip de los gorriones y el aroma de plantas que me embriaga de muchas y variadas formas según vayan subiendo o bajando las temperaturas... Ni un coche, ni una voz. Parece que estamos solos en el mundo… Menos mal que está Paco… No sé qué va a ser de mi cuando ya no esté… no quiero ni pensarlo… La semana pasada nos dijeron que el tratamiento no iba tan bien como esperaban. Ya sabíamos que esto podía ocurrir pero hasta que no te lo dicen confías en que todo va a ir bien, en que se va a curar, en que seguiremos con nuestra vida tranquila y plácida como hasta ahora, sin cambios ni sobresaltos… sin embargo… hoy está fresco, estamos en julio, en el sur, en medio de una horrorosa ola de calor y, tengo frío… ¿Dejarán de cantar las urracas, los gorriones, cuando ya no esté…? ¿Dejarán de oler los pinos, las yerbas aromáticas, el mar…? ¿Dejará de existir el silencio?...
¿Qué vendrá después?






No hay comentarios:

Publicar un comentario