Ojalá fueran libélulas - Marian Muñoz



                                          
                                                 



Íbamos recorriendo en automóvil la orilla este del río Verlag, despacio, disfrutando del bello paisaje, la primavera estaba en pleno apogeo y los campos cultivados animaban la vista con tan variado colorido. El sol había amanecido temprano e iluminaba nuestro camino, haciendo resaltar aún más la belleza de aquellos pagos, hasta que tropezamos con un campo lleno de caléndulas, amarillas, azules, blancas, e incluso las había tornasoladas. No pudimos resistir la tentación, bajamos del coche y comenzamos a pasear entre las flores, el río estaba muy cerca, y al alborotar a nuestro paso los pétalos de las flores, levantaron vuelo cientos de libélulas, una nube de ellas se nos acercaban con sus leves zumbidos, divertidas por ello pudimos apreciar con horror al aproximarse que se trataba de tábanos. Corrimos todo lo que pudimos, pero ellos fueron más rápidos alcanzándonos en todas aquellas partes que no llevábamos cubiertas.
Eso fue lo que nos pasó doctor.



Licencia de Creative Commons

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario