Todos
los años la misma canción. Aunque cambien los ‘cantantes’...
Que
ya me estoy imaginando la escenita:
- Señoo... es que mi perro se comió los deberes... Pero de verdad, que sí que los hice...
- ¡Seño, seño! Y mi gato arañó el libro justo por la página que tocaba...
- ¡Señoo... ¿Puedo ir al baño?
- ¿Quién ha abierto la ventana?
- ¡Señooo, que me han tirado una tiza!
- Fui yo, seño. Es que hace calor y no me concentro...
- (coro) ¡Seño, seño!
Ay,
señor, dame paciencia...
Bendita
jubilación.
Pero
qué lento pasa un año cuando tienes prisa.
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