Margarita habia vivido 27 años de feliz matrimonio criando a tres hijos que eran su tesoro, los tres siguientes fueron un infierno para ella, estaba viendo según él tonterías. Cómo podremos en algunos casos negar la realidad a consta de la salud? Y así fue, un dia no pudo más y cometió la mayor estupidez de su vida. Lo que no esperaba era que el primer dia en que la pasaron a la habitación él le dijo que se divorciaba. En aquel momento se había prometido no pensar y así hizo, como que no lo había oído, aunque sabía que ya no había marcha atrás. En ese momento trataron de llevarla a alguna casa para su recuperación, pero no quiso, el conflicto se había comenzado en casa, y allí sería donde se recuperaría. Todo fue muy rápido a pesar de múltiples ingresos, lo hicieron de mutuo acuerdo, ni siquiera buscó abogado, total para qué. No era rabia, era dolor y eso no hay abogado que lo arregle y al final se divorciaron. Cuando se fue de casa hasta le dio pena ,y se quedó sola. Ese día salió de casa y no llegó hasta muy tarde habiendo descubierto una cosa, los paseos al lado del mar,la hacían sentirse mejor. Poco a poco empezó a caminar a pie del agua, recogía las conchas, las piedras que le parecían más bonitas, y como un niño las metía en los jarrones, en las cajas,y con eso pasaban los días mientras estaba de baja. Una vez empezó a trabajar fue mejor, ya no tenía tiempo para pensar tanto, y los días pasaban más de prisa, en algún descanso largo seguía acudiendo a la playa. Y en uno de ellos le pasó algo para ella insólito aparte de sus conchas y las piedras. Chocó con algo, y la mayor sorpresa fue cuando vio aquella botella, algo que siempre pensó que eran fábulas. La recogió y también la guardó como otro de sus pequeños hallazgos, no sé si no se atrevía a abrirla o porqué, pasaron días y uno de ellos al fin la abrió y todavía quedó más impresionada. En el mensaje ponía: Hombre de 50 años busca pareja, si alguien encuentra este mensaje, por favor, aquí les mando mi número. Como realmente la botella no había viajado mucho y era de otro pueblo costero bastante cerca al de ella y la verdad empezaba a encontrarse sola llamó y lo demás queda......

ENTRE LECTURAS Y CAFÉ