Juventud, divino tesoro - Marian Muñoz


                                     


¡Chis, callaros que va a empezar! Dijo Tati nerviosa por si nos echaban del salón y de la casa de nuestra amiga Julia.
Era la única casa que tenía televisión en color, ¡qué bien se veía!, las amigas nos poníamos de acuerdo en ir ese día a jugar a casa de Julia, todas las semanas el mismo día, no sé cómo sus padres no se hartaban de nosotras, ese concurso era el mejor del momento, estábamos pendientes de él, y queríamos que saliera ganadora nuestra cantante favorita, Karina.
El salón de nuestra amiga se encontraba repleto, sus padres y hermanos sentados en las butacas, y nosotras por el suelo, completamente en silencio, intentando pasar desapercibidas y nos permitieran disfrutar esa noche de todo el programa, a pesar de que termina muy tarde, menos mal que al día siguiente no hay que ir al colegio y nuestras madres que nos comprenden, vienen a buscarnos al finalizar el concurso.
Pasaporte a Dublín es un concursazo, las imágenes tan movidas cuando salen los cantantes, al estilo Valerio Lazarov, marean a más de uno, pero a nosotras nos parecen muy modernas. Los cantantes son fantásticos y de lo mejor del momento, a mi me gusta mucho Nino Bravo, tiene una voz preciosa, igual que la Piquer, pero donde esté Karina, tiene unas canciones muy bailables y eso era lo que queríamos, mover el esqueleto oyéndola, pero en el salón de Julia no, claro, allí las cantábamos por lo bajini y nada más.
En aquel momento iba a actuar Junior, con una canción que no conocíamos, por lo que contaba, era nueva, todas atentas para oírla, y al comenzar a cantarla, miro para Charo que la está siguiendo con gestos, cantándola pero sin voz. En silencio la miro y arqueando las cejas le pregunto cómo es que se sabe la letra, ella hace un movimiento con la mano para hacerme entender que después me lo cuenta, y claro, ¡ya me ha intrigado!, así que no puedo disfrutar del resto del programa, por la gana que tengo de que me cuente como es que conocía esa canción.
El programa acabó tarde, como siempre, y mi madre me recogió para llevarme a casa, por ello no pude hablar con Charo. Toda la noche dando vueltas de como se habría enterado de la letra de esa canción. De acuerdo que es más espabilada que yo y bueno, todo hay que decirlo, más empollona, pero estar al tanto del hit-parade no es lo suyo, creo que hay gato encerrado.
Al día siguiente se me pegaron las sabanas, pero en cuanto desayuné y me vestí, fui a buscarla a su casa.
Una vez allí, me contó que la letra de esa canción la había creado ella, y había pedido al profe de música que le pusiera ídem.
Bueno y ¿cómo es que la cantó Junior?, -pregunté incrédula- no me resultaba extraño pues sabía de sus aficiones creativas, a pesar de ser una lumbrera es muy romanticona.
Según me contó, envió la canción al concurso y se la habían dado a Junior para que la cantara, por eso la sabía.
¿Y ahora no te van a pagar nada? –ten en cuenta que puedes cobrar derechos de autor.
Al ser menor de edad eso tendrá que hacerlo el profe, pero sé que la letra es mía y soy la única que conozco a quien va dirigida, y su destinatario si la ha oído también se habrá enterado, eso es lo único importante para mí.
Aquel episodio me vino hoy a la memoria mientras estaba viendo la televisión con mi nieta pequeña, era uno de esos programas revival, en que echan fragmentos de concursos, musicales, noticieros, de años atrás, donde vemos a todos con unas pintas trasnochadas que no puedo por menos que reírme, y justo apareció Junior con aquella canción que años más tarde se hizo tan famosa. Pasaron por mi mente las tardes en casa de Julia pegadas a aquel aparato que pensábamos moderno, y ahora sería un trasto, lo importante que era para mí la música y ahora apenas la disfruto por mi incipiente sordera, por no decir los bailes de la imagen de Lazarov que a punto estuvieron de provocarme vértigo. ¡Ay, quien volviera a ser joven!







Licencia de Creative Commons

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario