Relato basado en la canción "Quiero verte danzar" de Franco Battiato.
Entro
casi disimulando. Todavía me da vergüenza aunque tampoco hago nada
malo. Solo mirar y disfrutar. Un disfrute breve pero me hace sentir
vivo.
Saludo
a la chica de la caja y enfilo el pasillo. Escojo mi número, inserto
el billete en la ranura, abro la puerta, me acomodo y me asomo a la
ventanita.
Ahí
está ella, moviéndose sensualmente solo para mí entre mullidos
cojines rojos, al ritmo de una hipnotizante melodía oriental.
El
tiempo se me pasa volando perdido en su larga melena ondeando, su
sensual sonrisa y sus piernas vertiginosas enredadas entre velos.
Vuelvo a ser joven.
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