Comencé
a subir los 235 escalones de la torre de Hércules, agotada
hacia la mitad, me asomé a un respiradero para tomar algo de aire y
continuar la ascensión. Al mirar hacia abajo reconocí a mi
profesor de particulares, que lupa en mano, observaba un
arbusto, pensé que podría ser algún nido de picapeixe (martín
pescador), pero al estornudar el buen hombre, veo salir como en
explosión, una veintena de mariposas volando, deteniéndose en el
árbol más próximo, dejando a mi profe desconcertado.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario