Tenía que cruzar el
puente y no me atrevía. Era de noche y todo estaba muy
oscuro. Había llovido con fuerza y el agua del río corría con
violencia, dejando a su paso un tenebroso estruendo. Di unos pasos
vacilantes y temerosos. El agua me salpicaba los pies y una oleada de
miedo me envolvió. Recordé que en la mochila llevaba una linterna
y la saqué, pero mis manos se quedaron paralizadas por el frío y no
era capaz de encenderla. Cuando finalmente lo conseguí, después de
mucho insistir, sentí el agua correr por mis piernas. No lo
entendía. El haz de luz me dejaba ver el agua correr por debajo de
mí, sin alcanzarme, sin embargo yo me estaba mojando. Apagué la
linterna y la sensación cesó, pero no me sentí aliviado. La volví
a encender y de nuevo me mojé, de la cintura para abajo, y luego la
espalda, los pies…. No sé qué me hizo despertar, supongo que el
miedo. Me senté en la cama mientras mi corazón agitado se calmaba.
Entonces me di cuenta de que seguía mojado. Aparté las sábanas y
vi que me había meado. Maldito sueño…
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario