Salir del armario es de valientes - Pilar Murillo


                                          


La escena se desarrolla en la sala de estar de una casa acomodada.


POLICIA: Vamos a ver señora (entrando en la sala) Acompáñeme. (Señalando para un sillón)… Aquí había un cadáver.

SEÑORA: Ahora ya no está.
P: Un muerto no se va solo de paseo.

S: ¿Está insinuando que yo lo he escondido? Regístreme.

P: Dudo mucho que un cuerpo entre en su bolso, pero tal vez …

S: ¿tal vez qué?

P: Lo ha enterrado.

S: ¿Pero dónde?

P: En una maceta.

S: ¿Está usted loco? ¿O me toma el pelo? Además, sepa usted que me da mucho repelús tocar un cuerpo frío y rígido.

P: Seguro que lo sacó al jardín y lo tiene ahí enterrado, ha tardado demasiado en abrirme la puerta.

S: ¿Usted se cree que voy a estropear mis uñas de porcelana? A ver si usted se está inventando lo del muerto, que la mente juega muy malas pasadas y más si hay alcohol de por medio.

P: Yo no bebo.

S: Pero el muerto sí, recuerdo su pestilencia a vino de rueda. Mire tengo mucha prisa. Debo tomar un avión.

P: Usted lo que va a tomar es el asiento de mi coche patrulla y se va a venir a declarar a comisaría.

S: Escuche yo si quiere le hago cualquier otro favor, podemos tomar incluso unas cervezas y le dejo que me humille hasta la saciedad.

P: Le repito que no bebo... Estando de servicio.

S: Bueno, yo las bebo por usted, pero otro día, ahora debo irme…. ¿Pero qué hace?

P: Colocarle unas pulseras monísimas.

S: ¿Por qué?

P: Porque le sientan mejor que a mí y aquí se hace lo que yo digo.

S: Esto es abuso de poder.

P: Esto es lo que usted quiera, pero si no viene por las buenas la llevo por las malas...

S: La mala leche que se gasta usted, agente.

P: A mi no me toma el pelo nadie. Venga usted conmigo por aquí.

S: De acuerdo, pero la salida es por el lado contrario.

P: Lo sé, pero sigo buscando al muerto. (Salen de escena y en ese instante sale del armario un caco sigilosamente, con su gorra, su antifaz y una botella de vino blanco en la mano:)

CACO: (Cantando alto y luego bajito, al darse cuenta que no está solo.) Sarandonga, nos vamo a comé, sarandonga... un arroz con bacalao... Shss que vuelven. Me siento aquí, quieto parao.

P: ¿¡Pero qué es esto!?

S: ¿Un muerto? ¿Es el que buscaba?.Pues si es así, suelte ya, ha aparecido el cuerpo.

P: ¡Cállese! (Observando a ver si respira) Los muertos no andan solos.

S: Los fantasmas sí.

P: ¡No diga estupideces!... Aquí entre nosotros hay alguien más.

S: ¡El asesino!

P: Exacto.

S: ¿Y cómo sabe que no se ha muerto de un coma etílico?

P: ¿Pero qué dice?

S: Figese, aún porta una botella de vino en su mano. (Intenta coger la botella, pero el caco no la suelta) Ya tiene el rigor mortis.

P: ¿Cuando ha visto usted que a alguien le de un coma etílico con una botella de vino?

S: A ver, nosotros sólo le vemos esa botella, pero no sabemos cuantas ha bebido anteriormente.
P: Lo han asesinado.

S: ¡y dale! ¿Pero por qué le quiere quitar culpas a este pobre borracho?

C: (Levantándose del sofá y haciendo burla para sorpresa del poli y la señora.) ¡Borracho yo?, ¡tururú! ¡No estaba muerto, que estaba de parranda!

P: Oiga, oiga, ¿Pero usted de dónde ha salido?

C: Del armario.

S: ¿Y no le da vergüenza? ¿A su edad... estar dentro del armario?

C: Mire señora, Uno es caco, pero “honrrao”. Un servidor llamó a la puerta y como no había nadie me colé. Yo cuando entré el muerto estaba ahí sentado.

S: Pero ¿De qué muerto habla? Ande siga bebiendo y cállese que calladito está más guapo.

P: No, no, que hable, que hable. Parece ser que este raterillo de poca monta puede ser el testigo, el que llamó de forma anónima.

C: Y para una vez que me encuentro un muerto y quiero hacer una acción buena, la policía llega antes de tiempo. Después de llamar oí pasos y me metí en el armario, pero lo dejé entreabierto. Vi a esta señora agarrar por los pies al señor y luego se oyó el timbre de la puerta. Ella se puso nerviosa. He de confesar que yo también y acabé bebiéndome esta botella de vino que había cogido según pasaba por la cocina.

P: Yo estaba patrullando por la urbanización cuando me entró un aviso de la central. Me acerqué aquí, antes de llamar miré por esa ventana y vi aquí un cuerpo tendido, solo le vi las piernas, la verdad.

S: Sería este borracho que se habría caído.

C: ¡Oiga por favor!, señora, llámeme caco o ladrón, pero borracho...

P: Caballero, borracho también. Huele a vino que tira para atrás.

C: Claro, claro, ahora como hay aquí un delincuente pues tendré que ser yo el asesino....

S: Eso es.

C: ¡y una porra!

S: ¡y una porra para usted!

P: Orden, orden!, aquí el único que tiene porra soy yo y me van a acompañar los dos a comisaría.

C: Pues me confieso culpable de allanamiento de morada, nada más.

S: ¿Y la botella de vino?

C: Muy buena cosecha, señora.

S: Ha robado una botella de vino.

C: De eso nada. Mire, la botella se la devuelvo.

S: Muy gracioso.

P: ¿Donde está el cuerpo del delito?

S: No tengo ni idea.

C: Sí que sabe donde está. Cuando oyó el timbre ella lo sacó por esa puerta.

P: La que da al jardín. Veo que ahí fuera tiene un contenedor de basura.

S: Para echar los rastrojos.

C: Y desperdicios varios. Vaya, agente, vaya a investigar.

P: Los dos a comisaría. Ya hay otro coche patrulla acercándose hasta aquí.

C: Bueno, tendré algún trato de favor por ser testigo, ¿Verdad?

P: ya veremos. Salgan delante de mí.

S: Nunca debió salir del armario, estúpido.

C: Al contrario, salir del armario es de valientes.

La señora con cara de pocos amigos y el caco salen de escena y tras ellos el policía. (Oscuro)




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