Un
grupo de aficionados fueron invitados a participar en el Festival de
Teatro de Shakespeare en Stratford-upon-Avon, alegres y nerviosos
aceptaron participar. Al llegar el día de la representación,
tenían tal miedo escénico que al director se le ocurrió invitarles
a fumar un porro,
así estarían más relajados y todo saldría mejor. Pero el colocón
fue tan mayúsculo, que no se les entendía nada, como el público
era británico y ellos hablaban español, nadie se enteró. Hasta
que entre los asistentes, alguien tiró un calcetín
lleno de piedras, golpeando en la cabeza al actor principal. Había
sido un estudiante español que harto de la payasada, ofendido por lo
caro de las entradas, protestó de esa manera. Fue expulsado del
teatro mientras el público restante, aplaudía y reía pensando que
formaba parte de la obra.
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