En
los andares se le notaba, al hablar era ya muy evidente
que
estaba bebida.
En
un momento dado perdió el equilibrio y se dio de bruces
contra
el suelo, pero ni por esas podía reconocer que
estaba
borracha y prefirió denunciar al ayuntamiento por el
tropezón
que tuvo, (según ella) por culpa de una baldosa
que
estaba mal colocada.
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