Pues
eso, que no, que ya estoy harta de pasarme la vida entre las páginas
de un libro absurdo plagado de mentiras y encima para niños. Ni me
llamo Caperucita ni hablo con lobos ni esas zarandajas. Me llamo
Carmín, supongo que por eso lo de roja, y sí, mi abuelita vive en
medio del bosque y como ya es mayor le llevó todos los días
la compra del Mercadona. De vez en cuando me encuentro con algún
impresentable del barrio
que me tira los tejos, de esos que vienen de recoger leña o de cazar
conejos, pero paso de ellos ampliamente. Y además soy una mujer
independiente y tengo mi propio modo de ganarme la vida, una botica
antigua. Recojo plantas en el bosque con las que preparo medicamentos
naturales. Siento haberles hecho caer el mito.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario