En este blog encontrarás los relatos escritos por los participantes del taller de escritura "Entre Lecturas y Café", así como la información de las actividades del club de lectura del mismo nombre.
No hay mal que por bien no venga - Pilar Murillo
Cuando fue a pagar comprobó, horrorizado, que no llevaba la cartera.Se disculpó diciendo que no tenía cómo pagar, que sin duda le habían robado. No tuvo más remedio que dejar la compra a la cajera con gran sonrojo en sus mejillas, mientras veía la cara de antipática de la cajera. Salió de los grandes almacenes y bajó la calle Preciados, adentrándose en la Puerta del Sol, estaba lleno de gente y él lleno de rabia, ¿qué podía hacer? Ya era demasiado tarde para saber quién tendría su cartera. Recordó que salió del metro en Sol y que fue bastante descuidado, no se acordó de cambiar de bolsillo su monedero, con la de carteristas que hay en el metro... Ahora sólo le quedaba ir a la policía a solicitar un DNI, y pasar por el banco a anular su tarjeta. Estaba totalmente
indocumentado y sin dinero. Uno se siente perdido cuando no se tiene nada.
Fue a la comisaría más próxima y de allí le enviaron a otra donde podría hacer un justificante de DNI. Tuvo suerte de encontrar gente humana entre los funcionarios, al ver que estaba desplazado y que su hotel estaba lejos de la comisaría, avisaron a compañeros que iban a patrullar y lo llevaron hasta la puerta del hotel. La única suerte que tuvo es que en el hotel ya era el segundo día que estaba, con lo cual ya había enseñado el DNI y tenían una fotocopia. Pensó que tal vez en el banco si enseñaba dicha fotocopia más el justificante de que lo había perdido, podría sacar dinero en metálico. Pero dada la hora que era ya lo dejaría para el día siguiente. Esa tarde se la pasaría en el hotel viendo la tele y comiendo frutos secos y galletitas saladas acompañadas de un cubata de ron. De pronto sonó el móvil y en ese instante se dijo así mismo que menos mal que lo había dejado cargando en la habitación mientras había ido de compras. Contesta a la llamada y al otrolado se oye una voz femenina que comienza a hablar sin dejar ocasión a que el conteste.
".-Manolo, soy yo, tu mujer... Por si acaso te equivocas y crees que soy tu amante... No te equivoques, soy la Pepi, Mira, tu sabes que siempre te he querido mucho, que en veinticinco años de casados, sólo tú has sido el hombre de mi vida... y el perro también, porque hay que ver lo perro que a veces has sido para conmigo, ojalá fueses mi fiel amigo, pero lo de llamarte perro no
es precisamente por lo de amigo y mucho menos por lo de fiel. Lo sé todo Manolo, sé que cuando me dices que tienes negocios en Madrid te ibas a ver a otra mujer. Te ha estado siguiendo un detective privado. Así que Manolo... te voy a dejar, te voy a dejar sin dinero. He sacado todos nuestros ahorros y acabo de
comprarme un billete para Santo Domingo. Espero que te des cuenta de lo que tenías a tu lado..."
.- Claro que me doy cuenta... (Al fin llega a hablar él) Eres una perfecta hija de puta. Tú no tienes ni idea de lo cabreado que estoy, y no, no es porque me abandones, que me jode porque esas cosas joden cuando se está enamorado, pero es que para colmo me dejas la cartilla en números rojos. Precisamente hoy que me han robado la cartera, no tengo dinero, ni carnet y estoy sólo, sí, muy solo, porque ese detective privado te ha estafado, yo nunca te he engañado y siempre que te digo que es viaje de negocios es lo que es. Mañana tengo otra importante reunión y no tengo ni diez céntimos.
".- ¿me amas?" Le preguntó ella al otro lado telefónico.
".- Claro que te amo, más que el primer día." Le contestó Manolo.
".- ¿Y por qué ya nunca me lo dices? ¿Y por qué has dejado de llevarme contigo?"
".- Supongo que nos hemos acostumbrado y nos hemos vuelto monótonos. Perdóname, cariño. Te amo."
Acabando de decir la última frase, Manolo escuchó que llamaban a su puerta. Él dice al teléfono que espere un momento y abrió. Ante él había una mujer muy sexy. Manolo al verla se quedó con la boca abierta. La mujer tenía un móvil a la oreja, al igual qu eél. Cuelgan a la vez y ella se lanzó a sus brazos apasionadamente.
El cerró la puerta como pudo, mientras la metía dentro de la habitación en volandas. Se liaron con abrazos, piernas, besos, lenguas. Hasta caer sobre la cama donde ambos se quitaron la ropa a mordiscos. Comenzaron a hacer el amor con un deseo irrefrenable y cuando acabaron, ella se levantó hacia su bolso de dónde sacó un cigarrillo, lo encendió y seguidamente sacó una cartera de caballero, lanzándosela a Manolo. Él la atrapó al vuelo, reconociendo que era la suya. Sorprendido nuevamente se queda con cara de tonto y ella recogió el cenicero de la mes apara llevarlo a la mesilla de noche y seguidamente volvió ameterse en la cama, pero sentada, mientras fumaba le dijo.
"Manolo pareces nuevo, hace treinta años que nos enamoramos, ¿pero no recuerdas que yo era una carterista y que vengo ya deuna familia de rancio abolengo? ¿Qué voy a hacer yo sin ti, corazón mío? (Apagó el cigarro, volvió a abrazarlo y de nuevocomenzaron a hacer el amor hasta el amanecer)
Al día siguiente Manolo fue a la reunión, Pepi a una agencia de
viajes. En estos momentos Pepi y Manolo están viajando hacia el
Caribe, en su segunda luna de miel.
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