Quemados - Marian Muñoz

                                         


 

Toño estaba muy cabreado con su compañero de piso, al hacer la comida había quemado la mejor sartén que tenían, quedando ennegrecida, y ahora él frotaba imperiosamente con un estropajo. Se encontraba de muy mal humor que creció aún más cuando oyó el sonido estridente del televisor.

• ¡Baja el volumen de ese aparato! – le gritó.
• ¿Se puede saber qué estás viendo?
• El canal sudamericano Caracol – respondió su compañero a voz en grito.
• Pues saca los cuernos y vete al sol, para dejarme un poco tranquilo – le respondió Toño, quedándose sin uñas de tanto frotar.

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