Disfrutar
como un enano, dices. ¿Es que acaso los enanos se lo pasan mejor que
los altos? No creo que sea así, deberías cuidar tu lenguaje, es
peyorativo. Eso me dijo Jorge, ya sabes que la prudencia le brilla
por su ausencia. Siempre está meando fuera del tiesto y decidí
darle una lección. Podía haberle explicado que en esa frase la
palabra enano se refiere a los niños, pero sería tanto como
rebajarme. También lo podía haber mandado a la porra o ponerle los
puntos sobre las íes. Pero no tenía yo el día, mira tú. Así
que le dije lo que pensamos todos. “Eres un tonto de capirote que
no paras de cambiar de chaqueta, además de ser más feo que Picio,
con esa nariz de Pinocho y esos dientes de tiburón” ¿Qué si se
enfadó? Claro, a nadie le gusta que le den sopa con honda, pero yo
en un santiamén tomé las de Villadiego. Y mira, si por decir las
verdades perdí las amistades no hay mal que por bien no venga,
porque no lo soporto. Así que a lo hecho pecho.
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