Tenía que escribir
algo sobre el feminismo y no me venía ninguna idea a la cabeza. La
inspiración llegó de repente, en forma de noticia. En Oviedo se
celebró un certamen llamado “Parees”, donde varios artistas de
reconocido prestigio –tanto a nivel nacional como internacional--
dejaron sus alegres y coloristas graffitis en diversas calles de la
ciudad para deleite de vecinos y visitantes. La participación
femenina fue abundante y complementando la actividad callejera, en el
Museo de Bellas Artes tuvo lugar la conferencia “Firma de mujeres”,
así como una mesa redonda llamada “Arte, ciudad y género”.
Teniendo en cuenta todo
lo anterior bien parece que las mujeres, en esa ocasión, no han sido
discriminadas por razón de su sexo, sino más bien al contrario. Sin
embargo, la polémica no tardó en llegar. En la ronda sur al
asturiano Bastián Prendes no se le ocurrió otra cosa que pintar a
Poseidón y a Atenea, en un dibujo lleno de arte y color. Poseidón
aparece en primer plano con su tridente y, tras él, apoyándose en
su hombro con una mano y portando en la otra un escudo y una lanza,
está Atenea con un pecho al aire, pezón incluido. Y aquí empieza
el problema.
Las voces tildando al
graffiti de machista no tardaron en dejarse oír. Los responsables
del certamen, en una decisión políticamente correcta, como mandan
los tiempos, decidieron la eliminación del dibujo. Los titulares de
los medios de comunicación contaron que la organización del
certamen quitó el mural por sexista, e incluso que juzgaron
“machirulo” el dibujo (reconozco no conocer esta palabra. El
diccionario tampoco). El artista ovetense declaró que las críticas
por sexismo le dolieron en el alma, pues él quería contar justo lo
contrario. Los responsables zanjaron la cuestión diciendo que el
mural se quitaba por motivos técnicos, no por censura ya que, al
parecer, estaba muy dañado por el sol.
Quizás una solución
para amnistiar el graffiti, hubiera sido “vestir” decentemente a
Atenea, pero al parece no, eso no era suficiente. La diosa no solo
enseñaba un pecho, además, estaba situada detrás de Poseidón, y
claro, eso ya era demasiado. En su lugar se pintó un oso nada
mitológico, de color marrón y abundante pelaje que no deja
vislumbrar si se trata de una hembra o de un macho. Mucho mejor, que
está desnudo y no es cosa de tener problemas.
Mundo extraño en el
que vivimos. Un dibujo ofende al feminismo por un pecho desnudo
mientras grupos de mujeres activistas de diferentes países se
manifiestan en los lugares más insospechados con los pechos al aire
en nombre del feminismo.
Nunca me había
interesado por lo que pintan los artistas callejeros, pero esta
noticia me hizo querer saber un poco más. Así me encontré con
Banksy, considerado uno de los grandes. Varias de sus creaciones
están diseminadas por Londres y en algunos mapas turísticos
aparecen itinerarios para poder admirarlas ya que, al parecer, en esa
ciudad fría y lluviosa el sol no osa atacar los murales callejeros,
pues duran varios años. Una mujer quitando las rayas de una cebra,
lavándolas y poniéndolas a secar en una cuerda; otra mujer, con
uniforme de criada, levantando un muro como si se tratara de una
sábana para esconder la basura que acaba de barrer, con el lema “no
necesitamos héroes sino a alguien para sacar la basura; otra mujer
volando por los aires con un carro de la compra, como denuncia al
consumo desenfrenado. Estas son tres de sus creaciones. Tres mujeres
realizando tareas tradicionalmente de mujeres. ¿Son machistas estos
dibujos? Si no lo son, entonces por qué es machista un pecho
desnudo. Si lo son, por qué nadie dice nada ¿porque el artista es
reconocido en todo el mundo?
Hay otra graffitera
famosa llamada Sandra Fabara y apodada “Lady Pink”. En dos de sus
dibujos más conocidos aparecen mujeres con los dos pechos al aire
sin que haya habido ni una sola queja. ¿Es machista esta mujer que
para colmo de todos los males se llama a si misma “Señorita Rosa”?
Y mientras que en el
resto del mundo los creadores dan rienda suelta a su imaginación, en
nuestra pequeña tierra nos escandalizamos por el dibujo de un pecho
femenino. Pero eso sí, no escuché esas voces airadas cuando a una
mujer, por el simple hecho de pertenecer a un partido político,
recibió los insultos más soeces que puede recibir una mujer. En ese
caso las bocas de las feministas permanecieron selladas.
Creo que deberíamos
centrarnos en conseguir la igualdad de derechos entre el hombre y la
mujer. De cualquier mujer, de cualquier raza, religión o ideología
política. Tan solo si se sigue ese camino el feminismo tendrá,
además de futuro, razón de ser. Si nos entretenemos en cuestiones
como el grafiti de la Ronda Sur mientras no nos importan los insultos
a los que es sometida una mujer, el feminismo acabará siendo humo.
Simplemente humo.
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