Para
ahuyentar al lobo de tus
tierras y proteger a tus ovejas, puedes fabricar tu propio talismán.
Es algo así como una versión del atrapasueños de los antiguos
indios americanos.
Es
muy fácil de hacer: busca una vara de madera de castaño verde y
flexible. Caliéntala y dale forma redondeada. Después busca
piedras, lo más planas posible, y que sean de colores oscuros.
Y,
lo más importante: encuentra una concha
de buen tamaño. Si la puedes pedir en algún albergue de
peregrinos, seguro que te la dan sin problemas. Hazle un agujero en
la parte más estrecha, intentando que no se raje.
Una
vez confeccionado, coloca uno de estos, o varios, en las puertas de
los cercados y en el dintel del establo donde duermen las ovejas.
Tus
ovejas estarán seguras. A no ser que venga el Patarico, disfrazado
con las pieles de las que ya te falten, rompa el amuleto protector y
se lleve las que todavía tienes.
Contra
eso, me temo que no hay protección posible. Y si te lo encuentras de
frente, estás perdido.
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