Queridos
Reyes Magos de Oriente:
Hola
soy Suso el nieto de la Cloti, seguro que os acordáis de mi porque
el día seis de enero estaba muy enfadado y dije cosas muy feas de
vosotros debido a que no me trajisteis lo que había pedido y a mis
amigos sí. Sé que no estuvo bien y os pido disculpas, prometo que
no volverá a ocurrir y además desde entonces me he portado bien en
casa y en el cole.
Seguro
que andáis muy ocupados preparando los juguetes del año que viene,
espero no molestaros porque tengo un tema muy importante que contaros
y como sois magos seguro que podéis arreglarlo.
Ya
sabéis como anda el mundo estos días y que ese vicho chino quiere
acabar con todos sobre todo con la gente mayor y estoy seguro que con
vuestros superpoderes lo podéis derrotar.
Quiero
pediros dos favores, ya sé que no me los merezco, pero os prometo
que en los próximos dos años no os voy a pedir ningún regalo más
y me portaré superbién seré ovediente y aplicado en clase, pero lo
que voy a pedir es muy importante.
Primero:
Meter sensatez en la cabeza de mis amigos.
Ahora
que podemos salir a la calle y jugar entre todos, ninguno lleva
mascariya ni mantienen la distancia de seguridad, soy el único que
lo hace porque tengo miedo de llevar el virus a casa y que mi abuela
Cloti lo piye y se ponga muy malita. Es por ello que se burlan de mí
y no paran de quitarme la mascariya y pegarme. Ya no salgo a jugar
con ellos aunque tengo muchas ganas pero me importa más la salud de
ella que mi diversión. Si mis amigos tuvieran sensatez, como dice
la abuela, podríamos jugar trankilamente juntos.
Segundo:
Curar a Víctor.
Tenemos
un vecino de puerta que es un tío genial, siempre me alluda cuando
se me estropea la bici o el patinete, y cuando algo no funciona en
casa mi abuela siempre le llama a él primero por si puede
arreglarlo. Gracias a Víctor e podido seguir las clases en el
confinamiento al dejarme usar su wifi y su tablet, porque en casa no
tenemos nada de eso.
Cuando
empezó el estado de alarma y en prebisión del mucho trabajo que iba
a tener porque es enfermero en el hospital, nos dejó a cargo de su
perro Rufo, un galgo muy tranquilo y cariñoso, con el que e hecho
buenas migas. Todas las tardes a eso de las nueve nos veíamos por
la ventana de la cocina y así podía saludar a su perro y comprobar
que seguía bien. Pero hace tres tardes que ya no se asoma, la
abuela le llamó varias veces al móvil pero salta el vuzón de voz y
por más que llamamos a su puerta nadie responde. Tan intranquila
estaba la abuela que llamó al hospital preguntando por él, un par
de veces le dijeron que no podían informarle al no ser familia pero
a la tercera les dijo la mentira piadosa de que era su abuela y que
estaba preocupada por su nieto. Esa vez le tomaron el teléfono y le
cuentan cómo ba porque está muy enfermo por el coronavirus. Es muy
buen vecino y muy trabajador, no se merece lo que le está pasando y
si pudierais hacerle una visita seguro que le podréis curar como
Magos que sois y pueda seguir alludando a la gente como siempre.
Pido
perdón por molestaros con mi carta, sobre todo antes de diciembre
que es cuando os escribimos todos, pero ya veis que mis peticiones no
pueden esperar hasta entonces, porfi Reyes Magos alludarme, si no
podéis vosotros en persona porque sois mayores y os puede afectar el
virus, mandar al príncipe Aliatar que es más joven y muy fuerte.
Prometo
portarme bien, ser obediente y estudioso y no hacer de rabiar a mi
querida abuelita.
Adiós
Suso
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