Con todo el equipo - Esperanza Tirado

     

                                  Audio, Música, Sfa Jazz, Sonido, Onda


Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos, esa mochila extragrande con la cara de su cantante favorita, la sudadera más cool y el dichoso uniforme escolar. Que la adora, nadie lo pone en duda. Es su hija. Todo es por y para ella.

Lo que no soporta son esos audios, de tonito despectivo, que su exmujer le envía tras el de su hija.

Siempre odió los audios eternos del whatsapp; los señalaba como motivo de divorcio cuando se iba de cañas con los amigos después de cada partido.

Ahora, cada vez que tiene que escuchar uno, se le cae todo el equipo encima


 

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Olvido - Esperanza Tirado

                                           Martillo y clavos imagen de archivo. Imagen de mejora - 44482255

 

 

 

Se apresuraron con el martillo y los clavos pero su alma consiguió escapar rumbo al inframundo. Allí practicaría sus maldades, torturando a todos los que alguna vez se cruzaron en su vida. Cuando dejaron los clavos sobrantes en la caja de herramientas descubrieron el ajo seco. Se miraron, temblando, esperando que en algún momento el cielo cayera sobre sus cabezas.

 

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Buena acción - Marian Muñoz

                                             Entérate de las ventajas y desventajas de realizar una prueba de ADN ...

 

 

 

 

Anabel estaba donde siempre había querido estar, dentro de un coche patrullando su ciudad, ayudando a sus vecinos e imponiendo orden. Desde que su madre falleció atropellada por un delincuente huyendo de la policía, decidió que su tarea sería atrapar a los maleantes. Soltera y sin familia después de fallecer su abuelo, quien se había hecho cargo de ella con mucho cariño, decidió pedir el turno de noche para que los compañeros pudieran dormir con sus seres más queridos. Además, lo de trasnochar no le importaba, solía ser un turno más tranquilo, tanto que en ocasiones se aburría. Solamente en época de fiestas había algún altercado, el resto del año la vigilancia era rutinaria.

Una noche fría de febrero pasando por delante de un cajero vieron a un hombre acurrucado bajo unos cartones, había temporal de nieve y fuerte viento, no podían dejarlo a su suerte. Al acercarse comprobaron que tiritaba, no parecía tener fiebre, pero su ropa no era precisamente de abrigo. Contactaron con el hogar del transeúnte solicitando una cama, por desgracia estaba lleno, igual que el albergue de peregrinos o la ONG de acogimiento temporal, debido a la climatología. Pese a la insistencia de su compañero, sus sentimientos le impedían dejarle allí. Con dificultad lo metieron en el coche patrulla para llevarlo al piso vacío de su abuelo que tenía puesto a la venta. Al menos disfrutaría de cama, mantas y un techo, ya vería al día siguiente como alojarle en otro sitio.

Cuando salió del turno y tras desayunar, se acercó a la vivienda llevando café bien caliente y algo de bollería, en ella no había nada que desvalijar, estando tranquila en cuanto a eso. El hombre aún dormía apaciblemente, optó por dejarle una nota rogándole que cerrara bien la puerta al marcharse. Antes de acostarse hizo algo de compra y puso una lavadora, como un día cualquiera. Al despertar comió algo y acudió un rato al gimnasio para después pasarse por el piso comprobando si ya estaba vacío y en orden. No fue así, le encontró sentado contemplando la calle, se había lavado y peinado, ofreciendo mejor aspecto que la noche anterior. Un saludo de cortesía llevó a una pequeña conversación, por deformación profesional además de impaciencia quiso averiguar su nombre y si iba camino de algún lugar.

A pesar de la conversación relajada se intranquilizó cuando preguntó de quien era la vivienda. No pensaba decírselo ya que no le incumbía en absoluto, se hizo la tonta intentando sonsacarle, pero al comentar él que la casa había sido de su familia, pues sus padres la habían comprado recién construida y él mismo había vivido en ella. Dijo reconocer los escasos cuadros de las paredes y la cama donde había dormido, ya que fue la suya mientras vivió bajo aquel techo. Repentinamente saltaron alarmas en la cabeza de Anabel, se puso a la defensiva y aunque no iba de uniforme, le exigió el DNI, debía imperiosamente comprobar quien era, si realmente aquella había sido su casa temía que estuviera delante de su padre desaparecido hacía veinticinco años. Su madre fue abandonada dos semanas antes de casarse, con todo preparado y sin saber que estaba embarazada. Le esperó toda su vida, le amaba con locura y siempre hablaba bien de él, pero después de muchos años de silencio, su abuelo y progenitor del desaparecido instó le dieran por muerto. ¿Sería su padre? dudaba qué hacer. No tenía tiempo de pedir explicaciones ni oírlas ya que en un par de horas empezaba su turno. Al día siguiente descansaba, si aún seguía en la casa entonces podrían hablar. Aplazó la conversación, le dio llaves y algo de dinero para comprar comida. Le sugirió que buscara algo de ropa en el armario si quería cambiarse, pidiéndole que si marchaba le dejara la llave en la cocina y cerrara bien la puerta, y si seguía en ella al día siguiente, charlarían largo y tendido.

Por suerte el turno fue tranquilo, no pudo quitarse de la cabeza la imagen de su supuesto padre. Sin comentarlo con nadie decidió cogerle una muestra de ADN para cotejarla con el suyo, no tenía nada claro quién sería aquel sujeto. Al finalizar su trabajo pasó por casa recogiendo el otro juego de llaves, llevo nuevamente café y pasteles, si estaba se los daría, sino se los comería ella. Pero sí, allí seguía durmiendo apaciblemente con un pijama del abuelo. La situación la tenía en ascuas, aprovechó para llevarse un vaso. Sin perder tiempo lo dio a un compañero de la científica pidiéndole el favor y explicando la razón por la que debería guardar silencio. Los análisis tardarían al menos quince días, pero uno más simple era viable en cuarenta y ocho horas, suficiente para saber si eran familia o no.

Antes de informarle de su supuesta relación familiar, le pidió contara su vida y el motivo de andar por la ciudad. Había dejado a una novia plantada y a su padre, cuando fue amenazado de muerte por un tema de drogas. Estuvo rodando por el país, trabajando en lo que surgía para ir tirando, le habían ofrecido un curro en una localidad cercana y acordándose de los suyos le entró melancolía, decidiendo volver a casa, sin saber si sería bien recibido o si seguían vivos. Le pareció sincero, aun así, con alguna reticencia le narró cómo su madre había esperado toda su vida sin saber si estaba vivo o muerto, como su padre las acogió y las ayudó hasta su fallecimiento hacía tres años y como se había quedado huérfana a los ocho por culpa de un delincuente. Turbado se quedó sin habla. Anabel desconocía qué pasaba por su cabeza, pero le rogó que dejara de dar tumbos y honrara la memoria de las personas que tanto le habían querido, su abuelo y su madre.

No descansó mucho debido a la indignación y el inesperado encuentro con su padre. Estuvo un par de días sin visitarle, al fin y al cabo, la casa era casi suya y no creía que fuera a hacer nada peligroso con ella. Por fin recibió los resultados previos de los análisis dando negativo, no eran parientes ni de lejos. Estaba desconcertada, su madre siempre le había hablado maravillas de aquel hombre, fue un amor a primera vista y jamás había estado con otro, lo amaba y nunca le habría mentido en eso, no tenía motivos para hacerlo. Dando vueltas al problema tomó la decisión de buscar algún objeto del abuelo que aún pudiera tener su ADN. Seguía guardando en su casa el neceser de cuando estuvo ingresado, quizás en el peine o la cuchilla de afeitar pudiera haber algún resto. Se lo pasó al compañero de la científica por si podía obtener algo. Dos días después el resultado fue positivo para su supuesto padre y el abuelo, era su hijo y ella no tenía ninguna relación con ellos, desconcertándola aún más, ¿Quién podía ser ella? El abuelo la había acogido como su nieta, su madre nunca la habría mentido en algo tan importante, fue una buena mujer, cariñosa y sensata, algo no cuadraba. Los siguientes días iba como ausente en el coche patrulla, su compañero no paraba de preguntarle el motivo de estar tan distraída. Salvo cuando tenían alguna actuación el resto lo pasaba pensativa buscando una salida a su dilema. ¿Quién demonios era mi padre?

Una posible respuesta la encontró una mañana en el televisor de la cafetería, en Zaragoza, una joven pedía indemnización por haber sido intercambiada al nacer. ¡Tate, y si era su caso! Se acercó al hospital donde nació para intentar informarse, conocía sobradamente la ley de protección de datos, pero al menos sí podrían informarle cuantos partos hubo el día de su nacimiento. Y ¡bingo! Sólo dos y fueron dos niñas. Acudió a un abogado amigo contándole el caso para ver si podía iniciar un expediente de afiliación, dejando muy claro que, si hubo un intercambio accidental, no pretendía ni saber quién era su familia ni reclamar nada, lo único que interesaba era la certeza de si hubiera podido ocurrir, ya que estaba contenta con su vida actual y la pasada, pasada estaba. Los trámites duraron dos interminables años, los que su supuesto padre, desconocedor de los hechos, se portó correctamente, trabajando en una empresa de limpieza y llevando una vida ordenada. Mantenían buena relación esporádica, quitando finalmente el anuncio de venta del piso del abuelo.

Llegó el día de hablar con el juez, tras responder a sus preguntas le permitió explicarle que su única pretensión era conocer si hubo intercambio de bebés, no deseaba alterar la vida de la otra familia ni la de la otra hija, tampoco reclamar, tan sólo conocer la verdad. La otra hija no quiso colaborar, pero la madre ofreció dar su ADN para cotejarlo, se compararon los resultados que ella tenía con las muestras del juzgado, y efectivamente hubo cambio de bebés. Creyó que su alivio daría paso a una tranquilidad, nada de eso, no hacía más que imaginar si tendría hermanos, primos y tíos, o quizás era hija de un maleante.

Cuando la resolución fue firme llamó su abogado, al parecer su madre biológica había solicitado, si era posible, un encuentro. Fue tal la sorpresa que le aconsejó pensarlo detenidamente. Optó por decir que sí, no quería permanecer el resto de sui vida fijándose en las personas con las que se cruzaba en la calle intentando reconocer a su familia. Nervios a flor de piel, expectativas bajas por si recibía una decepción. Todo fue genial, acudió su madre con su hermano pequeño, ambos deseaban conocerla, eran una familia acomodada, su padre había fallecido y la otra hija no quería saber nada de sus padres biológicos inmersa en los preparativos de su boda con un afamado empresario. La sensación fue de conocerse de toda la vida, como si nunca les hubieran separado, sobre todo cuando comentaron ser igualita a la abuela materna. Le ofrecieron parte de la herencia del padre fallecido, la rehusó considerando que no le pertenecía. Quedaron en verse de vez en cuando, sin que lo supiera la otra hija. Les tranquilizó sobre cómo habían sido sus padres y que a pesar de pasar apuros económicos salieron adelante. Por fin podía dormir tranquila, sigue relacionándose con su supuesto padre y su familia biológica.

¡Hay que ver como de una buena acción se pudo tener tan buen resultado!

 

 

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Que tonta he sido - Marian Muñoz

                                         Hermosa Y Activa Pareja Joven Excursionismo En La Montaña O Hombre De ...

 

 

 

Era nuestra primera excursión primaveral, tras remitir el frío invernal nos animamos a subir al monte. Un día espectacular, mucho sol y pocas nubes animaban en las terribles pendientes a las que aún no estábamos acostumbrados. El aire tan limpio ayudaba en cada parada a bajar el ritmo de nuestra respiración. Unas pocas horas después llegamos a una explanada donde extendimos la manta sobre la hierba y antes de sacar nuestras provisiones de las mochilas paramos a disfrutar del paisaje.

El sol calentaba nuestras espaldas al estar el cielo sin nubes, abajo se divisaba lejano el valle, se apreciaban tres pequeñas poblaciones apenas separadas por un par de kilómetros. En las cimas de alrededor aún quedaban neveros brillantes, una instantánea para enmarcar y guardar en la retina. El momento mágico se rompió cuando Alex me instó a ponerme en pie, dándome una de sus fiambreras para que la abriera. En su interior había una cajita, ante mi asombro la cogió con sus manos y poniéndose de rodillas me pidió casarme con él.

Era una sortija preciosa, pero más lo era su cara de felicidad. Fue un momento de tierra trágame, siempre he odiado esas peticiones de mano, me parecen absurdas, fue como poner un borrón negro en aquel maravilloso paisaje. Si, me pilló por sorpresa, no habíamos tenido tanto trato de pareja como para dar ese paso, estuve tentada de decirle ¡no, para más adelante! pero viendo su expresión de dicha inmensa, su sonrisa abierta a la par que su mirada, se me puso un nudo en la garganta y con la cabeza dije que sí.

Con un beso sellamos el instante y tras una frugal comida pudimos brindar con una pequeña botella de cava. Debería haber sido una ocasión dichosa, pero enseguida se truncó al acercarse primero una cabra, luego otra y parece que el olor de nuestra comida atrajo al rebaño. Recogimos apresuradamente y regresamos ladera abajo, Alex saltando eufórico como si fuera un cabritillo más y yo más prudente con pasos cortos más seguros.

Nos conocíamos de hace muchos años, fuimos compañeros de colegio, luego de instituto perteneciendo a la misma pandilla, no fue hasta un día que todos querían ver una película de vampiros y me planté porque soy muy miedosa, a él tampoco le hacían gracia, y pasamos el rato en un parque cercano tomando un helado. Aquella tarde me pidió salir en pareja, comenzando nuestra relación. No hacíamos nada especial, pasear, tomar algo, ir al cine, nos dábamos algún beso, alguna caricia en la oscuridad del portal, por eso en mi cabeza aún no habían nacido sentimientos más profundos que una simple amistad con derecho a roce.

La fiebre del matrimonio le pilló bien fuerte, dos días después llamó excitado, había planeado ya nuestra fecha de boda, donde iba a ser y cuantos nos iban a acompañar. Sentí rechazo, pero cómo iba a negarle un motivo de tanta dicha, como podía decirle que iba muy rápido si apenas me dejaba pensar y sentir lo que él estaba deseando. Por tonta cedí y tiramos para adelante llevados por su ímpetu de celebración.

Había estudiado derecho y trabajaba en un bufete del centro, mientras que yo ejercía de maestra de primaria en un colegio, ambos muy ocupados por semana y cuando nos veíamos hacíamos excursiones visitando parajes naturales donde relajarnos. Pero el relax duró poco, tenía dotes de mando porque hizo un planning de nuestra boda, Alex decidía y yo ejecutaba al tener las tardes libres.

La iglesia de Nuestra Señora de Begoña, llámales y pregunta por las fechas del año que viene, me dijo. Bueno, no me parecía mal que fuera por la iglesia, ambos estábamos bautizados, hicimos la primera comunión y la confirmación, no me disgustaba la idea. El templo estaba cerca de nuestras casas además de tener un bonito interior. Pedí cita y me acerqué.

Para el restaurante vete hasta El Bosque a las afueras, tienen salones bastante grandes. ¿Cuántas personas crees que seremos? - Pregunté, había oído que era bastante caro. Respondió que unas doscientas o trescientas. Quedé parada, ¿de dónde se suponía que íbamos a ser tantos? Sus padres y abuelos, sus hermanos con sus parejas más los consuegros de sus padres y los cuñados de los hermanos con sus parejas, los compañeros de trabajo de su padre que llevaba años jubilado, sus compañeros de trabajo, más los de la facultad, los de la pandilla, sin olvidar tíos y primos con sus respectivos. Le pregunté si también irían los vecinos (en plan de coña), respondió ¡qué buena idea! Pues también, los tuyos y los míos. Le espeté que iba a salirnos el banquete por un ojo de la cara y no disponía de tantos ahorros. No te preocupes la boda la pagan los invitados, suelen regalar el importe de su cubierto.

Las invitaciones vete hasta la imprenta Barrera, trabajan bien y tienen buenos precios además de ser puntuales, también me acerqué.

El vestido pásate por Marietta boutique, mis hermanas lo compraron allí y son espectaculares. Pues sí, me pasé, confieso que nunca había imaginado mi boda, mucho menos mi traje, pero los del escaparate y los mostrados en su interior estaban trasnochados además de súper caros. Quedaron en avisarme cuando llegaran modelos más actuales.

En cuanto al viaje de novios ese lo pago yo (menos mal pensé) nos iremos a New York, es un antojo que tengo desde pequeño, acércate por la agencia de viajes Tour Malen e infórmate, que dure una semana con un par de excursiones y el hotel Regentt con vistas a Central Park. Como soy muy disciplinada, también me acerqué, pregunté y quedé en volver para escoger fechas.

Tengo que decir que mi futuro marido es de lo más organizado, con ideas súper claras y con dotes de ordeno y mando. No sabía si esto último me iba a gustar, pero tan rápido iba que apenas tuve tiempo de procesar y pensar. Lo que nos quedaba era nuestro nidito de amor, lógicamente también lo solucionó. He encontrado un chollo, dijo. Rubén me ha contado que se marcha a Australia con un contrato de diez años y nos deja su piso en el centro, el único alquiler son los gastos de luz, agua y comunidad, porque quiere que alguien se lo cuide en su ausencia y qué menos que nosotros. Ya claro, el pisito está a dos manzanas de tu trabajo, pero yo tengo el colegio en la otra punta de la ciudad. No te preocupes, volvió a decir, hay un autobús que para delante de casa y te lleva directo hasta el colegio. Respiré profundamente viendo que todo lo controlaba y todo lo tenía pensado. ¡Qué detallista!

Le hice prometer que no diría nada a nadie hasta tener fecha y todo comprometido, no quería tener a familia y amigos encima preguntando insistentemente cuando era la boda. Menos mal, me hizo caso e inicié los trámites. Primero la fecha en la iglesia con su correspondiente cursillo prematrimonial, después reservar restaurante. Las invitaciones debían ser las primeras, sólo quedaba mi traje escogido por catálogo y faltaba confeccionar. El viaje también era cosa mía, al día siguiente de la boda volaríamos rumbo a New York, un porrón de horas de vuelo para disfrutar de una ciudad mágica.

Inesperadamente comencé a pensar si nos iría bien como pareja, nunca habíamos estado veinticuatro horas juntos, nunca habíamos dormido juntos fuera de nuestras casas y nuestra relación se nutría de besos, abrazos y caricias, empezando a preguntarme si seríamos compatibles como esposos. La inquietud anidó en mi corazón, aunque lo olvidaba en cuanto nos encontrábamos mostrándose feliz y dichoso pensando en nuestro futuro próximo.

Una noche la almohada me aconsejó adelantar el viaje a la boda, estando una semana juntos y lejos de casa comprobaríamos si éramos compatibles. Utilizaría cualquier excusa y con lo entusiasmado que estaba no creía que pusiera pegas. Hablé con la agencia y lo adelanté dos semanas, teníamos todo ok, solo faltaba hacer la solicitud del visado. Sabía que aquella tarde él estaría en el piso para supervisar si necesitábamos comprar algún electrodoméstico, vajilla o ajuar de cama. Me presenté sin llamar al tener llave, abrí sigilosamente para darle una sorpresa. En el hall de entrada oí ruidos que provenían del dormitorio. Me acerqué de puntillas, la puerta estaba abierta de par en par y sobre la cama Alex en pulguina encima de Rita la ex de Rubén, ambos jadeando, gimiendo y contoneándose al ritmo de su orgasmo. Avergonzada reculé, haberlos pillado me sabía mal, salí en silencio tal como había entrado, ni siquiera usé el ascensor para que nadie me viera. Bajé las escaleras en shock, no sé cómo no me maté. En la calle cogí el bus hasta casa, durante el trayecto no cesaba de oír jadeos, gemidos, tanto fue así que más de una vez miré a mi alrededor por si me seguían.

Apenas cené aquella noche, quería llorar sin conseguirlo, como si me hubieran quitado una losa de encima, me sentía más ligera y no entendía el motivo. No pegué ojo en toda la noche, la más larga de toda mi vida, estaba en shock y no lo sabía. Al día siguiente como si nada le llamé para pedirle datos y rellenar el visado, presenté las solicitudes y seguí como siempre. Al cabo de una semana desperté sabiendo cuál iba a ser mi siguiente paso en la relación. Llamé a todos para anular las reservas, increíblemente me sentí todavía más ligera ¡teníamos que hablar!

No tuve tiempo a comentarle nada porque la chica de la agencia llamó recordandome que pasara a recoger los billetes ya que el viaje era dentro de dos días. ¡Se me había olvidado! Bueno, debía convencerle de ir y en el viaje hablaríamos largo y tendido. Llamé a mi prima Anuska por si necesitaba ayuda, llevaba dos años en la City trabajando en un banco español. Conseguí convencerle que el hotel nos había ofrecido cambiar las fechas sin coste alguno, al tener lleno debido a una convención internacional de médicos. Tragó, hicimos las maletas y nos embarcamos en el avión. Entre los nervios de ambos y la ilusión del viaje nos relacionamos como siempre, fue cuando me di cuenta que le amaba, le adoraba, estaba enamoradisima de él, no quería perderle por nada del mundo. Convencida que su amor era lo que más me importaba.

Llegamos al aeropuerto de New York, recogimos nuestras maletas para pasar la aduana, en la cola se interpuso una pareja mayor, yo iba delante y pensé dejarles pasar, pero él me dijo que siguiera, nos veríamos fuera. Pasé la aduana y salí a la zona de llegadas, detrás lo hicieron la pareja y cuando me volví para verle, estaba siendo conducido por un policía al interior de la zona de aduanas. No me preocupé porque se defiende muy bien con el inglés, sería algún trámite aleatorio y nada más. Esperé en la terminal durante tres interminables horas, mandé wasaps, SMS, llamadas y no tenía contestación. Cansada y hambrienta supuse que habría salido por otra puerta, esperándome en el hotel. Cogí un taxi y me planté allí. El recepcionista me informó que aún no había llegado, angustiada dejé la maleta en la habitación, bajé a comer algo y llamé a mi prima contándole lo que pasaba.

Ni ella ni yo conseguimos contactar con Alex, no quería llamar a su casa para no alarmarles, imaginamos que se encontraría bien y nos pusimos a disfrutar de la ciudad llevándome a lugares emblemáticos de Manhattan. La cama era King size, quedándose a dormir conmigo en el hotel, la visión del Central Park cada mañana era una maravilla, reconozco que me olvidé de Alex durante esos días. Cuando por fin regresé a casa, al encender el móvil compruebo con asombro que tengo un montón de mensajes de audio de Alex además de unas cien llamadas de teléfono. Me había olvidado de poner el roaming y no había llegado ninguna.

Una vez instalada en casa de mis padres, llamo para ver cómo esta y lo que había pasado. Menuda bronca me echó, gritando, insultando y diciendo que me iba a denunciar y lo iba a pagar muy caro. Tan relajada estaba que respondí educadamente, pedí me contara que le había pasado pues estuve horas en el aeropuerto esperándole, también en el hotel, muerta de miedo y llorando al no saber dónde estaba ni que le había pasado. Por supuesto no dije nada de Anuska ni de las excursiones, no era el momento. Al parecer su visado estaba mal cubierto y alguna respuesta decía que estaba pensando matar al presidente y que sufría de sarna y viruela del mono. No daba crédito, le juré y perjuré que no había puesto nada de eso, pero no me creía. Furioso rompió conmigo porque además se enteró de la cancelación de los planes de boda en la iglesia, restaurante y demás. Desconocía cuál era mi juego, pero no le importaba, quería que le devolviera la sortija y las llaves.

No habiendo vuelta atrás quedamos en el piso para entregárselo todo unos días más tarde, justo el día que se suponía nuestra boda, nos reencontramos. No parecía más calmado, al contrario, seguía hecho una furia, estuvo dos días en una celda como un delincuente hasta que pudo comprar un billete de regreso, apenas le dieron de comer y no se pudo asear, sin saber la causa hasta que le dieron copia del visado y lo leyó. Enfadado como estaba pedí perdón, por supuesto podía denunciarme, pero antes de despedirnos le rogué que me escuchara, aunque sólo fuera por que aún le amaba, aunque no lo creyera.

Expliqué que estaba enamorada, que él había ido muy rápido en todo el proceso y apenas pude asimilarlo. Íbamos a casarnos sin haber compartido ni siquiera un día entero juntos y tenía dudas sobre cómo nos llevaríamos después de la boda. Pensé que adelantar el viaje con cualquier excusa sería buena idea para disfrutar de una convivencia y confrontar nuestros caracteres, por eso cambié la fecha. En la agencia me instaron a cumplimentar el visado al ser necesario para entrar en Estados Unidos, como sabía que estabas en el piso vine hasta aquí para darte una sorpresa, pero me la llevé yo al verte follando a Rita en la que iba a ser nuestro lecho conyugal. Los jadeos y gemidos vuestros me duraron días en mis oídos además de la visión continua de vuestros cuerpos desnudos. Estuve en shock, en ese estado seguí actuando como si nada hubiera pasado, rellené el visado, quizás puse algo que no debía, pero ya te digo que estaba en shock. Días más tarde me di cuenta de la gravedad de la situación decidiendo anular la boda, quería hablarlo en persona, debíamos aplazarla hasta que decidieras si querías más a Rita o a mí. Pero llamaron de la agencia para recoger los billetes, pensando que el viaje sería una buena oportunidad de hablar y razonar cual era nuestra situación. El resto ya lo sabes, pasé muy mala semana, malcomí y no paré de llorar por tu ausencia, ahora comprendo cual fue el problema y te pido perdón.

Pudo denunciarme, pero el tirarse a Rita iba a hacerse público si lo hacía, el hacerme la victima de algo me valió. Ese día me di cuenta de lo tonta que había sido, me dejé manipular sin apenas pensar, no se le pasó el cabreo y nunca más me habló.

Inesperadamente Rubén regresó enseguida de Australia porque en las antípodas no se encontraba muy a gusto, vendió el piso a Alex y según ciertas lenguas lo ha convertido en un picadero, claro tan cerca de la oficina le resultará más fácil.

En cuanto a mi confieso que tuve boda, más discreta y menos pomposa, vivimos en una casita a las afueras y estoy embarazada de mi primer hijo, estoy segura que Rubén será un padre estupendo.

 

 

 

 

 

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Necesita mejorar - Esperanza Tirado

                                          Qué hacer si nos encontramos un pájaro bebé que se ha caído del nido (2023)

 

 

 

Adiós, mamá, adiós. Me despido una vez más, pero mis alitas no se coordinan tal y como ella me enseñó. Subo unos metros, todo bien. Pero al mirar hacia mi casa-nido donde está ella me desestabilizo. Veo el pico torcido de mi madre, entre enfadada y asustada. Después, una fuerte racha de aire me hace girar como una peonza. Caigo sobre las duras raíces de un árbol. Y desde abajo no veo ni a mi madre ni mi nido ni mi árbol. Me duele todo. Tengo que volver. Pero necesito mejorar mi sentido de la orientación.

 

 

 

 

 

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No me salen las cuentas - Marian Muñoz


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 Llegó el turno de Loli, nerviosa se puso en pie para dirigirse al grupo y leer su trabajado estudio sobre los impuestos. Atrás había quedado su fuga de casa para vivir con el Mariano, vecino de toda la vida que la trataba con mimo.

Al principio la escuela no se le daba mal, gustaba de leer y escribir letras sobre todo por enterarse al tener una revista delante. En cuanto empezaron los números fue otra cosa, que si ponerles un – o un + y ya ni te digo un % o ( ) no podía con aquello y se escapó para vivir su amor y olvidarse de estudiar. A su familia no le pareció bien pero donde había ocho bocas si faltaba una, tocaban a un poco más.

El Mariano tan sólo la llevaba un año, muchacho espabilado entró de aprendiz en un taller de reparación de vehículos, poco a poco ascendió a oficial y cuando sus vástagos fueron mayores consiguió el puesto de encargado.

En el momento que Loli ahorró lo suficiente para el vestido, se casaron, de blanco y por la iglesia como Dios manda y la habían criado, que ella no había conocido a otro hombre que no fuera el su Mariano y a pesar de las estrecheces continuaban queriéndose como siempre. El sueldo no daba para mucho, tenía voluntad en dosificarlo, pero tres chiquillos comen, visten y calzan además de gastar en medicinas, como si no hubiera un mañana. Llegar a fin de mes era toda una aventura, el último día el monedero sólo guardaba calderilla, la cual contaba y juntaba para tratar bien de usarla.

Insistieron mucho a sus niños que estudiaran y así poder prosperar en la vida, al menos llegarían a fin de mes con holgura, esa fijación ambos la tenían. Cuando los tres se independizaron aún les quedaba cuerda para rato, aprovecharon para aprender todo aquello que en juventud habían dejado de lado.

Loli se apuntó a la Asociación de Amas de Casa, la cuota eran sólo cinco euros al mes y en sus reuniones aprendía a cocinar, utilizar la lavadora y otros electrodomésticos con tino, además de manejar el móvil o llevarlas de excursión a ver museos, parajes naturales o charlas formativas de diversa índole.

Lo mejor eran las dos veces por semana meriendas culturales, pagadas por la propia asociación. En aquel trimestre se había apuntado a un taller de economía, su promotor un Inspector de hacienda aconsejaba sobre cuentas, impuestos y sistemas de ahorro, además de nociones básicas para sacar máximo provecho a la cartilla del banco. Al final del mismo debían hacer un trabajo que Loli estaba a punto de leer a sus compañeras del taller:

Me han resultado muy útiles las clases impartidas por el maestro inspector, he anotado cuidadosamente cada consejo, cada concepto y sobre todo formas de llevar las cuentas en casa, porque cuando llego a fin de mes siempre ando rebuscando en los bolsillos del abrigo, chaquetas o pantalones por ver si alguna moneda o maravilloso billete se ha quedado atrapado entre los pliegues. Algo me ha llamado mucho la atención, que además de desconocer, me ha hecho comprender el motivo de mi falta de pecunio en este mundo y son los impuestos, tasas y otras imposiciones de la administración, me vais a permitir que os relate cuales son:

Quizás el más famoso sea el IVA, hagas lo que hagas, lo pagas.

Luego tenemos IRPF ESTATAL e IRPF AUTONÓMICO un descuento añadido para tu esfuerzo retribuido.

Espera que aún hay más, si te fijas bien hay unos cuantos descuentos por Contingencias Comunes, Desempleo, Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), Formación Profesional y el recién llegado MECANISMO DE EQUIDAD INTERGENERACIONAL (MEI).

Por descontado si te has atrevido a ser trabajador autónomo, el IMPUESTO DE ACTIVIDADES ECONÓMICAS es otro más.

Si gracias a tus horas de trabajo te enriqueces, te espera el IMPUESTO SOBRE EL PATRIMONIO o el de GRANDES FORTUNAS.

SUCESIONES (cuando se hereda) DONACIONES (cuando te dan), vamos que la administración te da por todas partes.

Si a pesar de todos esos estacazos has conseguido un techo en propiedad bajo el que cobijarte, tendrás que abonar el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), si por modesto que sea lo has comprado, TRANSMISIONES PATRIMONIALES habrás pagado, y espera que aún te falta nuestra la famosa PLUSVALÍA MUNICIPAL.

Ahora empieza la calderilla, ALCANTARILLADO, BASURA, CANON DE SANEAMIENTO, TASA DE VIVIENDAS VACÍAS, CERTIFICADO ENERGÉTICO, si no quieres alumbrarte con velas el IMPUESTO ELECTRICIDAD ese que el estado regala a unos tras cobrárselo a otros. Si además quieres poner bien bonito tu nidito de amor, apochina la LICENCIA DE OBRAS, sin olvidar al NOTARIO y al REGISTRADOR DE LA PROPIEDAD quienes también quieren cobrar.

En caso de motorizarte, pagarás VIÑETA, IMPUESTO DE MATRICULACIÓN, la ORA si quieres aparcar en ciertas zonas de la ciudad o la tasa para traspasar el BOLARDO si no es tu calle por donde conduces, espera que cada vez que pases por la gasolinera el de HIDROCARBUROS incluido también en la factura del gas. La ITV o el DISTINTIVO AMBIENTAL para que finalmente puedas circular.

INTERNET es una obligación impuesta por la Administración ESTATAL, AUTONÓMICA O LOCAL, hasta para acudir al médico o incluso pagar sus queridos impuestos, un despropósito porque con él sólo se lucran empresas tecnológicas (algún chanchullo habrá).

Bueno tampoco olvidemos al BANCO que nos obligan a tener una cuenta tanto para recibir nosotros como para recibir ellos y estos sí que se lucran bien de nuestros caudales.

Cuando te estas divirtiendo más impuestos sigue habiendo, BEBIDAS ALCOHOLICAS, TABACO, TASA TURÍSTICA, AEROPORTUARIA, BEBIDAS AZUCARADAS, BINGO, LOTERÍAS, COTO DE CAZA, y las famosas BOLSAS DE PLASTICO.

Algo tan imprescindible como el DNI, el PASAPORTE o el certificado de PENALES también te cobran tasa, sin olvidar tampoco que nuestra última morada serán nuestros herederos quienes paguen la TASA DEL CEMENTERIO O LA CREMACIÓN.

Posiblemente me haya olvidado de alguno, insinúan que son por nuestro bien, para hacer carreteras llenas de baches y socavones; Hospitales y Centros de Salud donde te dan largas cuando más enfermo estas; alumbrado, limpieza de calles, parkings disuasorios en el quinto pino, fiestas patronales y, sobre todo, que nuestros queridos y bien amados políticos estén rollizos y contentos con sus ¿bien? Ganados emolumentos. ¿Entendéis ahora porque no me salen las cuentas?




 

 

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Jaque - Esperanza Tirado

                                        ImagesList.com: Black Flowers, part 2

                                           

 

Pagaba al asesino por el trabajo realizado a lo largo del mes en curso. Después acudía a los cementerios y dejaba ramos de flores negras en las tumbas de los peones eliminados. 

Él era el rey del tablero. Todos debían rendirle pleitesía y jugar según sus reglas. Si no, ya conocían el castigo. 

Alguno, a pesar de todo, se atrevía a cruzarse en su camino, intentando llevarse la preciada corona para ganar la partida.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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