Vaya mierda de pezones que me ha dejado el cirujano. No sé dónde le
habrán dado el título, pero creo que en ninguna universidad. Ante
mis quejas ha respondido que a veces las cosas no salen como uno
quisiera, pero me ha cobrado como si me hubiera hecho una obra de
arte. A mí estos abusos me dan mucha rabia, así que esperé a que
saliera y lo seguí. Me hice la encontradiza, me disculpé como si la
culpa fuera mía y me insinúe levemente. No tardó en encenderse
como una antorcha. Me dijo que fuéramos hasta el callejón. Acepté.
Me arrodillé ante él y cuando lo tuve bajo mi dominio, con un
cutter le hice unos cuantos cortes. Se la dejé guapa,
sí señor, mucho más que él a mí mis pezones. Y encima se lo hice
gratis. Eso es lo que le acabo de explicar al juez, pero no pareció
entenderme. Claro, como es hombre, ya se sabe, entre ellos se tapan.
Pero esto no queda así, abordaré al juez en algún lugar tranquilo.
Al fin y al cabo, es un hombre, seguro que cae.
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