Los
peligros de un monte pueden venir de la forma más insospechada, que
ni una armadura podría salvaguardar la vida. Un matrimonio se fue al
monte el pasado miércoles a la hora de la siesta. Fueron a por setas
con tan solo un palo y una cesta. Aseguraban ser expertos pero al
día siguiente aparecieron muertos los dos, al parecer entre los
hongos ingeridos han encontrado restos de una seta de las más
toxicas que puede haber, la denominada lepiota helveola. No hay forma
de saber si han sido ingeridas por error o voluntariamente. Sus
familias consternadas no hayan consuelo.
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