A veces no hay amor y
sí deseo y pasión.
Pero la conjunción de
estos sentimientos,
Hacen que se busque la
felicidad
Por todos anhelada.
No es obligatorio que
se amen, aunque es importante
Que sin llover, estén
mojadas sus más ocultas partes.
Se habla mucho de que
el camino para buscar el gozo
Se encuentra con los
preliminares,
Más que hablar, hay
que hacer trabajos manuales.
Por supuesto también
los vocales.
Con unos labios
carnosos que rocen una boca excitada
Los senos de ella
apuntaran al firmamento.
Las manos, muy
importante, revoloteando como paloma alada.
La suma de dos cuerpos
donde si hay gemidos,
No cabe después la
duda de un arrepentimiento.
Sudar entre el vaivén
eléctrico de una persona que se siente amada.
No pondré rima soez
para nada, a no ser que se diga pasmada.
De repente, dejarse ir,
poner los ojos en blanco.
Vulgarmente, volverse
locos.
Es un orgasmo sonoro de
cinco segundos.
El placer, hasta llegar
a él fue mucho más prolongado.
Cuerpos extasiados,
sudados, destapados.
“Hace frío, cúbreme
de nuevo” dijo ella
sonrojada; “dame
veinte minutos”
respondió él sin
apenas aliento,
“Te daré toda mi
vida pero regálame felicidad” le susurró,
“Como la que ahora
siento”.
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