Acostumbro
a mirar mi interior, pero a veces sin ver nada.
Hoy
miro con profundidad y nada hallo, está vacío.
Un
hueco que deja la más fría de las sensaciones. Un malestar que en
grandes canciones se describe como “tengo el corazón partío” Es
un dolor indescriptible, una falta de aire que se desencadena en un
estado de ansiedad.
Nada,
vacío, impotencia.
Qué
era lo que lo llenaba? Alguna vez estuvo lleno?
La
respuesta es relativa porque ha estado a ratos lleno de ilusión. Mi
interior esta lleno de eco, nada lo rellena, porque las ilusiones se
evaporan tan pronto como llegan.
Veo
una mirada desconocida, no es la misma mirada que antes me observaba.
Ahora está claro que le importa un bledo todo lo que me pase, y no
me extraña y tampoco me importa.
Hoy
es el último día que mi interior estará vacío, por lo menos a
disgusto. Estará vacío pero porque así lo elijo yo.
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