No es raro que las musas hayan huido despavoridas. El alma de Gisela no concibe lo que su mente le cuenta. Un mundo tan oscuro y corrompido que nubla cualquier ráfaga de luz. No es de extrañar que la calima canaria viaje ostentosa y soberbia imponiendo a la vista una película de polvo mísero y cínico con el propósito de emborronar la visión a todas las miradas de los hombres de buena voluntad. Poderosa y malévola impregna el aire que hemos de respirar e intoxica cada órgano que funciona en este sistema perfecto que sería nuestro organismo si no fuera por tanto veneno que nos venden como saludable.
Creaciones y entretenimientos que la élite que nos domina distribuye y proporciona sembrando el miedo que nos trae enfermedad y muerte. Salvadores se anuncian y proclaman en su tarea.
Atrás quedan en los recuerdos de Gisela aquellos tiempos donde el malvado se mostraba claramente: -“ He escogido ser egoísta como diría el padre Mariano “- solía decirle Germán muchas veces. –“ Mira, Gisela, mirar lo que le conviene a tu ombligo no es malo.”
A ella nunca le convenció el argumento, no podía entender el bienestar, la paz, el amor…si cualquier ser del planeta penaba. ¿Es que la palabra comunidad no tenía significado en el vocabulario de German?. Demostrado estaba que no. Cada día pasaba y pisaba a quien fuese necesario para alcanzar los objetivos de su felicidad. Deseos de poder, de riqueza, caprichos a cumplir. No repara en lo que él ha bautizado como “daños colaterales”…a los laterales del vecino claro!!.
No obstante y aun así en la transparencia de tamaña ingratitud, de tan cruel egocentrismo y disparatada ambición, Germán provocaba un halo de compasión y de cariño en Gisela. No era insolente, no mentía. Simplemente había elegido aquella cara de la moneda y la jugaba sin disfraz. Algo distinto se escondía en un recóndito y profundo lugar del corazón de este hombre. Tal vez la verdadera esencia del ser humano destrozada a través de todos los sistemas de años de historia incierta o sospechosamente mal contada para crear niebla en nuestra naturaleza divina y desconocida como tal. Las situaciones que se sucedieron en los tiempos de ambos, en los espacios que ella soñaba para el amor nunca se dieron. Allá en ese fondo insondable del sentimiento de German se ahogó el polvo de estrellas que somos sin saberlo. El libre albedrio elige.
Gisela se alejó y caminó en la dirección que siguen tantas personas que desde el silencio de su voz gritan con sus quehaceres el poder creador del amor que se elige cada día desde la observación interior, que se pule y se refresca desde el reconocimiento del Yo Soy. Yo soy Amor!!
Y así fue creando esa energía que un día, no sabe cuándo, envolverá a todos los seres vivos que han descubierto su misión en el planeta Tierra. La escuela para aprender amar.
Confiesa, no sin cierto rubor, que extraña a Germán. Era un malo bueno, libre y manifiesto. Hoy el trabajo de la misión se complica. Oscuridad tenebrosa que se disfraza de salvación, medios y métodos que engañan hasta el punto de hacernos colaboradores de nuestra destrucción.
Gisela camina y camina porque no hay meta, solo camino. Y las musas la acompañan y la alumbran para discernir y comprender más allá de la estudiada anestesia que nos reparten. Te has dado cuenta que Gisela brilla??
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