n
¿Qué te pasa te veo cabizbaja?
n
No, qué
va, estoy pensativa.
n
¿Y eso?
n
Pues verás, tú ya sabes que voy a un taller de
escritura y cada quince días proponemos nuevos temas para los relatos.
n
Sí ya lo sé, me lo comentaste hace tiempo.
n
Pues es que en la próxima reunión hay que llevar
un relato donde utilicemos las palabras policía
y bandera.
n
¡Va eso es fácil!
n
Ya, pero no tanto, no puedo hacer algo tan
facilón como un policía jura la bandera.
n
Ja ja ja ja, ya te entiendo, pero sí que es
fácil.
n
¿A sí? ¡Díme!
n
En la sala Tani’s todos los viernes actúan unos
boys, el más guaperas de entre todos sale disfrazado de policía, y no veas como impone, con movimientos insinuantes acompañando
de música, lentamente se despoja de todo su atuendo, hasta quedar solamente con
un tanga, de cuyo paquete saca una bandera
con la que tapa su miembro viril, y a los sones de la música, la bandera se iza
o se repliega, no veas como gritan las mujeres.
n
¡Uy madre! ¿Y cuando dices que es ese
espectáculo?
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