Mala elección - Marian Muñoz



                                         

Creo que éste sí me gusta, “Se alquila piso de tres habitaciones, salón comedor con terraza cerrada, amplia cocina con electrodomésticos, baño completo y aseo de dos piezas, despensa, exterior, muy soleado, altura, excelentes vistas, calefacción central y muy céntrico”.
Ese será mi refugio, en él me recluiré hasta ver en los medios de comunicación el final de mi venganza. He podido llevarla a cabo gracias a Durero, un conocido lampista, con el que coincidí en el juzgado cuando me detuvieron por la falsa denuncia de mi ex.
Aquel día estaba tan trastornada que no paraba de llorar, me había zurrado de lo lindo el muy infame. En un ataque de violencia había tirado todas mis cosas por la ventana, y encima me pone una denuncia por agresión e intimidación, yo, que no soy capaz de matar a una mosca. Pero si él no tenía un solo rasguño y en cambio yo, me tuvieron que llevar al hospital para darme tres puntos en la ceja.
No sé ni cómo me casé con él, ya me lo decía mi padre, “hija ¡ese hombre no te conviene!, ¡no parece de fiar!”, y yo tonta de mi, enamorada hasta perder el sentido, me casé, sí y desde aquel día empezó mi martirio.

Este parece mejor “Se alquila piso, 133 m2, 4 habitaciones, dos baños completos, suelo de gres y parquet, tiene terraza cerrada, ascensor, trastero, zona infantil cercana, y plaza de garaje, muy céntrico”.
Acababa de fallecer mi padre, el pobrecito, de un ataque al corazón por discutir con él, no se lo perdono, quería más dinero, el que nos daba de la pensión no duraba nada, y claro como no podía mancharse esas manos de obrero, pues se aprovechaba de los demás.
Primero le pidió prestado a mi amiga Julia, en secreto por supuesto, con el pretexto de darme una sorpresa, y lo que hizo fue darse un homenaje con su manceba. Yo ni oler un céntimo, yendo a casa de mi padre con tuppers para traerme algo caliente de comer.
Después fue mi tía Clarisa, ¡Ay pobrecita mía! Me huelo que la amenazó para que le diera aquel millón, por eso escapó huyendo hasta Palencia con su hija y nunca jamás me habló.

Con este dudo de cual me gusta más “Se alquila piso reformado, tiene fibra óptica, televisión por cable, parquet, calefacción de gas ciudad, ventanas de puente térmico, 4 habitaciones, salón, baño con bañera de hidromasaje y aseo con ducha. Opción de alquilar plaza de garaje en el mismo edificio, la playa a 2 km”.
Mi calvario duró cinco años, 4 meses y 27 días, menos mal que la naturaleza no me dio hijos, no sé que habría sido de ellos. El muy cerdo lo tenía todo bien organizado, los días pares se iba con su chulita, y los impares volvía a casa con ganas de zurrar, conseguir dinero para sus múltiples gastos en la barra del bar y lucir como un pimpollo delante de los demás.
Al principio, inocente de mí, pensaba que estaba buscando trabajo y todo le salía mal, primero iba a poblaciones cercanas y luego a las de más allá, buscando en qué trabajar, ¡pero qué va! estaba bien pancho leyendo el periódico en un cercano portal, en casa de su mucama mientras ella se ganaba el pan.
Así fui pasando el tiempo, avergonzada por no hacer feliz a mi amor, apesadumbrada porque la vida no nos ofrecía lo que deseábamos, y confundida porque cada vez que abría la boca se molestaba y enfurecía, y yo era la responsable de que me pegara.
Hasta que llegó aquel desgraciado día en que mató a mi padre por un infarto tras discutir con el muy cabrón, y sólo porque era dueño de su piso, tenía planeado venderlo para conseguir más dinero al heredarlo yo.
Ahí ya no pude más, deprimida, asustada, dolorida, decidí escapar, se enteró de mis planes y él comenzó a fraguar su venganza, no sé si con alguien más, pero a un pozo me arrojó, figuradamente, porque claro, él nunca me daba un sopapo, todos mis moratones eran de mis caídas a montones por la escalera, y todo el mundo se lo tragó.

Este fue el primero en el que me alojé “Se alquila piso 440 € al mes más impuestos, comunidad, garaje por 50 €, cocina, salón, dos dormitorios, baño con ducha y trastero en bajo cubierta, playa a 3 Km.”
Tras prestar declaración ante el juez, salí de Comisaría sin saber qué hacer ni a donde ir, pero Durero, al que había conocido al otro lado de mi celda, me chistó en la calle para hablar conmigo, decía darle mucha pena y que mi marido no tenía que salirse con la suya, que eso no se hacía a una mujer como yo, iba a ayudarme, pues le conocía de vista y no le caía nada bien.
Me llevó a casa de una hermana suya, que amablemente me atendió y durante unos días me ayudó, no paraba de llorar, de maldecir mi mala suerte y de quererme morir, pero ella con su santa paciencia, me hizo sentirme mejor, me animó, y comenzamos a planear la forma de vengarme de los dos. Mi marido por traicionero, y al juez por no ver lo evidente, el maltrato y mi dolor.
Durero sabía de informática y de espionaje ya que era un soplón, así pudo enterarse de mi triste historia y la de mi marido. Al estar escondida me dieron por desaparecida, pidió el divorcio, y el mismo juez de antes, se lo concedió, como estaba denunciada por agresión, se quedó con la herencia de mi padre, el hogar de mi niñez, y lo puso en venta.

Primeramente me alojé en ese piso de alquiler, el que sólo tenía dos habitaciones, para lo poco que pensaba quedarme en él, estuvo bastante bien. Escasos seis meses, lo justo para grabar las andanzas del señor juez con una amiguita, que casualidades de la vida, también era la de mi ex, menudos saltos y gritos daba el indecente, al estar justo debajo de ellos lo oía todo. Al cabo de un tiempo y en un calculado descuido de ella me resultó fácil abrir la puerta del piso, husmear entre sus cosas y fisgar el ordenador de la susodicha. Colocarle unas fotos trucadas, de mi ex y del juez, fue coser y cantar, la pobrecita ni se enteró.
Tras un oportuno chivatazo, han detenido a los dos por supuesto abuso de menores y connivencia con los administrados. Ese administrado es ni más ni menos que el susodicho de mi ex. Las fotos estaban tan bien trucadas que ni los expertos de la científica pudieron apreciar el montaje. Formaban una buena parejita dentro y fuera del juzgado, y eso la magistratura no se lo perdonó, la pederastia en la cárcel esta muy mal contemplada, ¡pues que se fastidien con jota!, como yo, que desgraciada me han hecho entre los dos.

Durero consiguió un abogado que me represente, y mañana iré al juzgado con él, ha solicitado la total absolución de todos los cargos que me imputaban, ya que fueron inventados en connivencia por los dos denunciados, y además de serme restituida la propiedad del piso de mi padre, pide una indemnización bien generosa a pagar por el juez y por mi ex, así como al juzgado como responsable subsidiario, al consentir actuaciones ilegales del malvado juez.

Creo que me voy a quedar con el segundo piso de alquiler, comprenderme, no puedo volver al piso de mi padre, todo el barrio es conocedor de su homicidio a manos de mi ex, y menuda vergüenza iba a pasar, además de sentirme culpable al ser responsable indirecta de su muerte, al haber elegido tan mal.






Licencia de Creative Commons

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario