Relato inspirado en el título
Se está celebrando la gala de los Goya
y llega el momento de entregar el honorífico por toda una
trayectoria a la actriz octogenaria Viki Abril. Sube al escenario con
su vestido de gala y su paso lento, pero seguro, ofreciéndole la
mano al llegar arriba el actor José Coronado, encargado de
entregarle la estatuilla.
La gran dama del celuloide llega al
atril, alza la mirada observando la sala abarrotada de público, Les
sonríe y comienza a hablar.
Buenas noches y muchas gracias por este
merecido premio. Me lo merezco sí, desde hace años, y ustedes lo
saben.
Me lo dan cuando ya tengo 50 años....
Realmente tengo ochenta, a estas alturas no voy a engañarles sobre
mi edad. Ya sé que no los represento. Lo que ocurre es que antes, en
mi juventud, no me daban personajes de niña mona, creía yo que por
mi nariz tan fea, pero miren a Rosi de Palma. Mírenla, mírenla, está
ahí, entre ustedes, le saco unos cuantos años, sin embargo ella y
su nariz son famosas.
Al final yo me operé de la nariz, sí,
fui al mismo cirujano que la Belén Esteban. Milagro que hizo con la
chiquilla que no tenía nariz, a mi tenía que raspármela un poquito
de nada, vamos, quitarme la forma aguileña.
Pero a ustedes miembros de la academia
de cine les debo mi esclavitud a intentar tener un cuerpo diez.
Primero, como ya dije, fue la nariz, seguí con las tetas, sí, las
dos, porque de poner bien una, pues que sean las dos. ¿verdad?
Pasando los años me estiré la piel de
la cara y llevo tanto estiramiento que a veces creo que el pelo del
chocho lo tengo en la cabeza.
¡Bueno, bueno, bueno! Esa es otra,
vuelvo a ser virgen, no recuerdo cuando me desvirgaron..., fue allá
por la prehistoria, pero el doctor me ha dejado el chichi como el de
una veinteañera, lastima que el apetito sexual se me haya ido hace
tiempo.
Pero claro, ustedes cabrones, cabrones
miembros de la puñetera academia de mierda. Me van a premiar por mi
trabajo como actriz de toda mi trayectoria, cuando ya sólo me quedan
dos telediarios, y eso que fui niña prodigio, Yo cantaba mejor que
Mari Sol y Ana Belén juntas, ya llegaran ellas a mi edad, ya
llegaran...
He venido a recoger yo misma el premio
porque me salió del mismísimo chirri. Harta de tanto peloteo al
presidente de la academia, a los compañeros.... Viendo estas galas
desde casa que son un verdadero coñazo, escuchando reivindicaciones
sobre el IVA, sobre el maltrato a la mujer, he visto a un tal Wily
Toledo decir “No a la Guerra” pero al final todas pasamos por
quirófano o todos, no voy a dar nombres, sabéis perfectamente de
quién hablo. Yo seré esclava de la cirugía estética, muchos de
vosotros de vuestras miserias; que estáis aquí no para recibir un
puto premio, sino para hacer la pelota a los directores y que os
cojan para futuras películas. Una vez que se entra en el cine al
final todos somos esclavos de esta mierda que como me decía mi madre
“hija, en ese mundo todas son muy putas” Las hay, claro que las
hay, se venden al mejor postor por una porquería de escena o frase y
luego os habéis esclavizado en las redes sociales y colgáis
vuestras cutres fotos presumiendo de que estáis en una película con
actores como Javier Bardén y en realidad sólo salís en un
fotograma.
Tranquilos, no me voy a extender mucho
más, ya sé que en estos eventos el tiempo es oro.
Quisiera dedicar este premio a todos
esos directores que confiaron en mí.... pero no lo voy a hacer,
porque la confianza da asco y les faltaba a todos tiempo para meterme
mano. También quisiera dedicárselo a mis compañeras de reparto,
alguna os veo por ahí, pero tampoco os lo voy a dedicar puesto que
sois todas unas zorras. Por último se lo dedicaré a alguien que
siempre estuvo a mi lado queriéndome y apoyándome. ¿Y qué mejor
que quererse a una misma? Yo me quiero y mucho, así que me lo
dedico. Bueno me llevo mi Goya aunque me llegue tarde porque sois
todos unos hijos de la gran Bretaña, que os den a todos por culo y
dejarme de tocar los cojones. Buenas noches y viva Stanislavski, que
me enseñó que debía actuar desde dentro del coño y más tarde
dijo que desde él recuerdo, desde el exterior. ¿Alguno sabéis
quién era Stanislavski? Vuestro silencio me lo dice todo.
Bueno, me llevo al cabezón a casa, en
el water quedará muy bien. Buenas noches y hasta nunca.
¿Pero por qué me aplauden? Se nota lo
memos que son todos. Los insulto, escupo en vuestras caras y encima
lo agradecéis como si esto formase parte del espectáculo. Os estoy
hablando muy en serio.
Que os den por saco a todos.
Posa el Goya en el suelo y les propina
un corte de manga. Enseguida entran dos enfermeros y la agarran por
ambos brazos, sacándola de escena , al tiempo que se le oye gritar
las últimas frases.
¡Me voy, pero con mucha dignidad y con
dos maromos, que ni la Sara Montiel en sus buenos tiempos. Moriros de
envidia todos y todas. No hubo más remedio que darme el Goya éste.
Joderos todos, cacho cabrones!
Tras su salida ponen unos minutos
musicales, interrumpidos por una gran ovación y la puesta en pie de
todo el patio de butacas.
Al día siguiente se lee en el
periódico que la admirada actriz había gustado mucho en su recogida
de premio, creyendo que todo estaba preparado, que era el resultado
de un buen guión. Tristemente no era así. Después de haberle
diagnosticado demencia senil ha sido internada en una residencia.
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