Cogí
el libro de la mesilla de noche y sonreí al pensar en el día tan
curioso que había tenido. Recibí por facebook la invitación de
Guti: presentación del libro de Ariadna Calabria “Lo mejor para el
frío”, esa noche, a las 20:30. Hacía tiempo que no me pasaba por
el Byron, y tanto el título, como el nombre de la autora, me
parecieron muy sugerentes, así que decidí acercarme. Resultó muy
interesante, y reconozco que algunos de sus poemas eróticos, no me
dejaron indiferente. Nuestras miradas se cruzaron varias veces y noté
cierta complicidad. Por supuesto, decidí comprar un ejemplar, y
esperé el último para que me lo firmara. Le entregué el libro y le
dije una tontería, como las que suelo decir habitualmente. “¿Sabes
lo que es lo mejor para el frío?, un buen orgasmo”. Ella me miro y
sonrío. Se levantó, me devolvió el libro y me susurro al oído:
“NH Palacio de Ferrera, habitación 237, a medianoche. Te haré una
buena dedicatoria” y se fue.
La
diferencia de edad era notable, aunque yo, con los 40 recién
cumplidos, estaba de buen ver, y era lo que se suele llamar, un
maduro interesante. Acudí, por supuesto que acudí.
Unas horas después, con el libro en la mano, contemplaba su cuerpo desnudo, ligeramente tapado por la sábana, durmiendo plácidamente. Para ser ella 17 años mayor que yo, tenía una vitalidad admirable. Fue una noche increíble. Se me hacía tarde y me daba pena despertarla, pero lo hice. “Aún no me has firmado el libro”, le dije sonriendo.
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