Ya
estábamos sentados en el cine para ver una peli de amor. Mientras
daban los anuncios iniciales, empezó a escucharse el sonido de un
mosquito. No hay nada que me moleste más que el ruido que hacen los
mosquitos, pero decidí estarme quieta y seguir con la película, que
ya empezaba. Un rato después, el zumbido se hacía más y más
persistente, hasta que pude escuchar quejas de algunos vecinos de
asiento. Parecía increíble, más que un mosquito el sonido era como
de un ave.
Pronto
empezó todo el mundo a ponerse nervioso y a moverse en sus asientos.
De repente, la sala se iluminó y pudimos ver un mosquito gigantesco
revoloteando por la sala. La gente se levantaba de los asientos y se
disponía a salir a escape cuando una voz dijo:
-No
se muevan de sus asientos. Esto es una broma. ¿O es que no se dan
cuenta del día en que estamos hoy?
Resulta
que el super mosquito era de plástico y estábamos en el día 28 de
diciembre. Pero a la gente no les gustó nada la broma y salieron a
llenar hojas de reclamaciones. A mí, después del susto inicial, me
empezó a entrar un ataque de risa que casi no pude controlar.
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