Homenaje
al Celsius 232, Certamen de Literatura Fantástica celebrado a
finales de julio en Avilés
Según
me cuenta una fuente fiable se rumorea que una caravana de coches,
autobuses, trenes, incluso aviones, repletos de seres llenos de
razonamientos, inteligencia y conceptos diversos se desplaza estos
días rumbo a un punto concreto del mapa, situado al norte de todas
las Tierras. En la reunión todos portan algo entre sus manos.
¿Armas?
¿Bastones? ¿Balas? ¿Sombreros?
No…
¡¡Libros!!
¿Libros?
¿Qué es un libro?
Es
algo mágico, que te transporta a otro mundo, que te hace volar,
sentir, soñar que tú eres otro.
¿Mágico?
¿Qué significa eso?
Mágico,
Especial, Diferente, Extraordinario. En estos tiempos tan confusos
resulta extraño, por no decir inaudito, ver a tanta gente congregada
alrededor de uno, dos, cientos de libros. Y no uno, ni dos, sino
cientos de narradores se reúnen con ellos.
¿Narradores?
¿Qué es eso?
Era
una profesión admirada y respetada en tiempos remotos. Contaban
historias a la luz de las hogueras, después las pasaron al papel. Y
pasaron a llamarse escritores, periodistas, redactores o
cuentacuentos. Y en tiempos algo más recientes se inventaron
dispositivos electrónicos, donde se podían acumular cientos, miles
de sus historias. Podías leer de la mañana a la noche
ininterrumpidamente.
¿Y
ganaban dinero?
En
realidad, no mucho. Tenían otras profesiones con las que obtenían
su sustento vital.
Entonces,
no lo entiendo...
Era
algo que hacían por placer, porque les hacía sentirse bien. Y
escribiendo hacían a otros sentirse bien con lo que leían.
Sigo
sin entenderlo.
Es
algo complicado de entender. Verás, si sientes una pasión dentro de
ti es difícil explicarla a otro que no la sienta igual. Hay que
vivirla.
Ya,
pero, pudiendo insertarse el CHIP XY00 de la Inconsciencia Suprema,
¿para qué esforzarse en estropearse la vista y la mente?
Es
que algunos ya no creen en el CHIP. Lo probaron pero no les dio la
felicidad que les daba la literatura. Por eso volvieron a retomar los
viejos hábitos de los libros.
¿Y
si ya tienen muchos, para qué quieren tener más?
A
veces se produce un curioso efecto, se llama intercambio, o
compraventa. Los libros que una persona ha leído se venden a otra
para que esa otra persona disfrute con esas historias. Así se le da
una nueva vida al relato.
Ah,
me parece que ya voy entendiendo…
¿No
te parece interesante?
Pues
la verdad, es un fenómeno extraño, digno de análisis. Aunque, sigo
pensando que con el CHIP todo sería mucho más sencillo…
Ya,
pero la base de todo es la reunión de almas, el verse las caras,
abrazarse, compartir ideas, reír, brindar…
Hace
tiempo que nadie ríe ni brinda por aquí. Pocos recuerdan cómo se
hacía.
Deberías
probarlo. Sienta muy bien. Y si te quitas el CHIP produce un efecto,
diría que hasta sanador.
Quizá
no deberíamos haber abierto esa Puerta… El Futuro parecía tan
prometedor…
Las
Puertas están bien donde están. Fueron creadas con propósitos
justos. Pero el Tiempo es el que es. No hay que correr demasiado sin
saber a dónde se quiere llegar. Porque a veces en el trayecto se
pierden demasiadas cosas. Ya hemos perdido parte de nuestra
identidad. No perdamos también la alegría por leer. Aunque sea
escasa hay que conservarla. Ya perdimos en el fuego demasiadas
páginas de nuestra Historia.
¿En
el fuego? ¿Quemaron libros?
Sí,
fue hace mucho tiempo. Ese es otro fenómeno extraño. Es una
historia muy larga. Ya te la contaré otro día. Ahora estoy cansado.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario