Personalmente Orbaneja es un trozo de mi alma o quizá es mi alma la que se prendió un trocito en el pueblo.
Desde bebé respiré su aroma de frutos silvestres, moñigas de burros, cabras, ovejas y vacas...humo.
El fiel Cardino y el Moreno, humildes y forzudos borriquillos que ayudaban a mis abuelos en las tareas del campo para una economía de subsistencia y que pernoctaban junto a los cerdos caseros que nos procuraban sabrosos y energizantes embutidos para alimentarnos. Pernoctaban, si, en la cuadra de la casa. Sobre la cuadra se alzaba la habitación en la que yo dormía. Soñé al arrullo de sus rebuznos y al aroma de su natural.
Algunas siestas las dormí en el campo mientras los adultos bregaban con sus hoces arrancándole a la tierra los frutos de su siembra . Las sabanas eran las jergas que luego transportaban la mies del trabajo diario.
Yo regresaba contenta a mi Avilés contándole a todos con mi media lengua:"...en Orbaneja duermo en una cama de trapos"
Discurriendo la vida, en Orbaneja llegó apenas un halo del desarrollo que se abría paso duramente y con manipuladas barreras en nuestro país.
Con la magia de su cielo cuajado de estrellas en las noches de verano, viví mis primeras rebeldías de adolescente, mis primeros y dulces amores de juventud...
Quizá, seguramente...en el paso del tiempo, en las escapadas a ese paraíso en busca de paz, en busca de uno mismo, tal vez en busca de dios, con el amor por bandera, quizá, seguramente engendré allí alguno de mis hijos...
Más tarde, en otra etapa de mi vida, construí, creé un nido, un hogar, un refugio...,Y lo compartí ,y lo comparto, con todos los seres que amo y con todos los que quieran amar y respetar, cuidar y mimar. Porque los tesoros se multiplican cuando se comparten con todos los que habitamos este Universo.
Y continuo intercambiando con Orbaneja el néctar y la hiel de la existencia. Todo conforma la vida
Sabores dulces y amargos, vigilia y sueño, risa y llanto, alegría y tristeza…dualidad. Pero sobre todo, GRATITUD, gratitud a la vida, gratitud a cuantas personas compartieron e hicieron posible esta experiencia.
Crecer en el amor, en consciencia, en armonía y serenidad....Despertar!!!
Orbaneja generosa y bella me brinda su luz y su fuerza en este proceso ,la energía pétrea de su paisaje, las historias que guarda celoso su eco...historias de hombres y mujeres que para mí tienen nombre propio y que sellaron su existir en este singular rincón.
Y el agua, el agua protagonista de la vida en el pueblo. Agua saltarina, juguetona, espumosa, musical, fresca, que corre joven y veloz sorteando todos los obstáculos para abrazar al río Ebro enriqueciéndole en su caudal. Y ese otra agua, ese lago inmenso que se oculta bajo los suelos que pisamos, padre del arroyo y las cascadas. He visto ese agua adentrándome en las cuevas y en el susurro de su inmensidad me han prometido velar por la paz de Orbaneja.
Que así sea!!!
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