Grillos - Jonathan Gómez García

                                             Resultado de imagen de muchos grillos




Se oían grillos al anochecer y Mauricio estaba a punto de salir de casa con la escopeta para acabar con ellos.  El ruido era cada vez más incesante e intenso, pero sus amigos y compañeros de piso, Juan y Manuel, no le daban importancia, así que decidió acostarse para descansar, mientras ellos veían la televisión. Quizás era producto de su imaginación. 

No obstante, en la madrugada, un fuerte sonido de grillos lo despertó. Se levantó de la cama y escuchó un desagradable crujido. El suelo estaba plagado de dichos insectos, que no paraban de salir de las grietas de la parte baja de las paredes. Corrió con repulsión entre el desagradable chasquido de grillos estallando a cada una de sus pisadas, dirigiéndose a la habitación de su amigo Manuel, el cual era un apasionado de la lectura y padecía insomnio. Más cuando entró, los grillos habían desaparecido...
Mauricio le contó lo sucedido a Manuel, quién se mostraba escéptico y, con cierto tono burlesco que intentó disimular, trató de tranquilizarlo, achacando el suceso como una consecuencia de las drogas que habían consumido el día anterior por la tarde, lo cual hicieron por aburrimiento. Eran jóvenes y querían pasar el rato de una forma... distinta. 

Aún así, ante la insistencia de Mauricio, decidió acompañarle a su habitación, curioso de saber que tipo de juego o broma se traía entre manos su compañero de piso. 

Al llegar a la habitación Mauricio se quedó sentado en la cama con su escopeta en una mano, pidiéndole a Manuel que, ya que era una persona con insomnio, permaneciese vigilando mientras dormía.

Como no tenía nada mejor que hacer, Manuel cogió un libro y obediente, se sentó en el sofá.  Y he aquí, que sobre las cinco de la madrugada Mauricio despertó de nuevo a causa de un fuerte sonido de grillos.  Fue en ese momento cuando contemplo la imagen del terror más repulsivo: su habitación estaba llena de grillos por todas partes, suelo, paredes, techo... 

-"¡Lo ves, te lo dije¡", exclamó Mauricio. 

-"¡Los veo, salen de todas partes, dispara, allí, allí, dispárales!", respondió Manuel, subiendo de un salto encima del sofá. 

"¡Blam, Blam!". 

Los fuertes disparos despertaron a Juan, el tercer amigo y compañero de piso, quien dormía en la habitación contigua. 

Al llegar a la habitación de Mauricio, observó la horrorífica situación. Por suerte era el más resolutivo de los tres y, armándose de valor, cogió a Manuel y se lo llevó afuera con el, mientras veían estupefactos como los grillos trepaban hasta la cabeza de Mauricio e intentaban meterse en sus oídos. 

-"¡Ayudadme, los tengo dentro, están dentro de mi!". 

Agonizaba Mauricio disparando al aire y suplicando ayuda a sus amigos. 

"Blam, Blam". 

Fue en ese momento cuando Juan decidió actuar rápido, entrando junto a Manuel en su habitación, buscando algo para ayudar a su amigo, y entonces lo vio...Un lápiz que Manuel usaba para anotar los pasajes favoritos de sus numerosas lecturas. Si, eso serviría. 

Regresaron a la habitación de Mauricio y, a las órdenes de Juan, Manuel sujetó su cabeza con firmeza.  Mauricio gemía de puro dolor mientras los grillos se abrían paso en sus oídos. 

-"¡Tranquilo, te los voy a sacar, tú aguanta, y tú, Manuel, no dejes de agarrarle fuerte la cabeza!". 
Decía y ordenaba Juan con entereza. 

Entonces, introdujo el lapiz en el oído izquierdo de su compañero para sacarle los repugnantes insectos que se abrían paso hacia el interior de su cabeza. 

Lo introdujo cada vez más adentro, y más adentro, y más adentro, y... 

Ahora Juan vive en otro piso, una planta diferente del psiquiátrico con mejores vistas a las montañas. 

Allí recibe visitas de Manuel de vez en cuando, quién, dado que Mauricio dejó de oír y ver grillos a partir de aquella noche, le regaló como recuerdo el bastón que tanto le gustaba usar fingiendo que era una escopeta. 

Por si alguna vez, volvían. 






Licencia de Creative Commons

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario