De la serie "Relatos sobre una cuarentena"
Son tan negros como mi
angustia y tan livianos como mi esperanza. ¿Sabrán que son libres?
Los veo al atardecer, moviéndose en tupidas nubes que cambian
continuamente de dirección, como si estuvieran ejecutando una
coreografía largamente ensayada, y entonces mi corazón se alegra.
Pero solo dura un instante y cuando los estorninos se pierden en el
horizonte y ya solo me queda contemplar las diferentes fases de la
luna, la angustia vuelve a oprimir mi garganta mientras me pregunto:
¿Cuándo acabará todo? ¿Cuándo volveré a ser libre? De momento
nadie tiene la respuesta.
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