Martes
por la mañana, me he levantado con buen ánimo, hoy por fin
comenzamos a trabajar con normalidad. Me he preparado con esmero y
todavía me ha sobrado tiempo, así que me siento a tomar un café
antes de salir para la oficina. Suena el teléfono.
-Buenos
días, le llamamos del Diario La Verdad por delante. Estamos haciendo
una encuesta sobre la incidencia de la pandemia en la gente
trabajadora. Es totalmente voluntaria y por supuesto anónima. ¿Le
gustaría participar?
-Bueno….tengo
un poco de prisa…si no van a tardar mucho….
-Unos
diez minutos más o menos.
-Pues
vale, venga.
-Genial,
muchas gracias. Empecemos. ¿Cuál es su profesión?
-Soy
funcionaria.
-(silencio)
-Señorita…
¿sigue ahí?
-Sí,
sí, bueno…verá… es que no creo que me sirva usted para la
encuesta. Es entre trabajadores…
-Ya,
eso ya me lo ha dicho, soy funcionaria, trabajadora, o a ver si usted
se cree que me paso el día en la oficina rascándome, o tirada en
la cama sin
ir a trabajar.
-Bueno,
no se ponga usted así, yo solo cumplo órdenes y en el papel que
tengo delante dice que los funcionarios no valen, que no… que no
valen, vaya.
-¿Y
no le pone el motivo? ¿Qué pasa, que los funcionarios estamos
siempre de vacaciones?
-No
lo sé, yo es que…
-Yo
es que, yo es que… ¿no sabe usted decir otra cosa? Lea, lea lo que
pone el papelito, que yo me entere, si no ve bien ayúdese
con la linterna del
móvil, o a lo mejor es que no sabe ni leer.
-Le
pido por favor que no me falte al respeto. ¿Quiere saber lo que pone
aquí? Pues yo se lo voy a leer. Funcionario, dos puntos, no valen,
espacios públicos cerrados, no han trabajado durante la pandemia y
han cobrado el cien por cien del sueldo. Eso es lo que pone.
-¿No
han trabajado durante la pandemia? No me lo puedo creer, dígaselo
usted a los médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, que han
estado ahí al pie del cañón. No han trabajado durante la pandemia,
manda cojones….
-No
se ponga usted así, me imagino que se referirá a los funcionarios
de oficina, a esos que están detrás de una ventanilla. Además yo
qué quiere que le haga… soy una mandada, tengo que limitarme a
hacer…
-Sí,
sí, a hacer lo que le dice el puto papel que tiene delante de las
narices, no se preocupe. Pero dígale a sus jefes, o a quién coño
le haya encargado la encuesta, que no es encuesta ni nada, que lo que
es es una completa estafa.
-Está
bien, buenos días.
La
tía esta ya me ha jodido el día. Miro por la ventana de la cocina y
veo que ha comenzado a llover, o sea que encima tendré que
llevar paraguas.
Mientras camino hacia el coche pienso en la conversación que acabo
de tener. Dentro de poco voy a tener que pedir perdón por tener el
trabajo que tengo. Es cierto, he cobrado el cien por cien de mi
suelo, tengo mis vacaciones, mis días…. Es cierto, a lo mejor en
comparación con otros trabajos es demasiado… pero qué carajo, yo
me lo he ganado, me he roto el cerebro estudiando durante muchos
años, haciendo muchos sacrificios personales. Todo el mundo puede
hacerlo pero claro, salir de fiesta es mucho mejor que quedarse en
casa estudiando…. En fin creo que voy a pensar en otra cosa. Hoy es
un gran día, y nada me lo va a chafar, mucho menos una encuesta de
mierda.
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